Leopoldo Luque, neurocirujano que operó a Maradona, fue quién pidió ayuda cuando no reaccionaba.
Diego Armando Maradona descansa en paz en Bella Vista, pero después de su entierro y de la multitudinaria despedida, la fiscal Laura Capra avanza en la investigación para esclarecer las causas de la muerte del mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, quien falleció el miércoles a la mañana en un country en el que se rehabilitaba por un paro cardíaco.
Luego de tomarles declaración a la enfermera Gisela, también conocida como “Daiana”, quien aseguró que “habría escuchado” a Maradona moverse en su habitación cerca de las 7.30; y al enfermero que estuvo en la casa de Tigre durante toda la noche, pudo comprobar que la ambulancia que asistió a Maradona llegó 11 minutos después del llamado hecho al 911 y no 30 como denunció el jueves el abogado de Maradona, Matías Morla.
Este viernes, se supo que el encargado de llamar al servicio de emergencias había sido su médico personal, Leopoldo Luque, que al momento de la muerte no se encontraba dentro del barrio privado San Agustín.
De acuerdo al audio publicado por el diario El Día, el llamado telefónico al 911 duró 47 segundos. Al médico de Diego se lo nota tranquilo, brinda los datos obligatorios para que le envíen la ambulancia y en ningún momento de la conversación menciona al paciente con nombre y apellido.
Cuando tuvo que explicar el motivo del llamado Luque sostuvo que “hay una persona que se encuentra, aparentemente, con un paro cardio respiratorio y hay un médico atendiéndolo”. Luego dijo que se trataba “de un hombre de aproximadamente 60 años” el que necesitaba la ambulancia para ser trasladado. Antes de cortar, la operadora le pregunta su nombre y responde: “Leopoldo Luque”.
Hasta el jueves, los investigadores no tenían ningún indicio de abandono de persona o mala praxis, algo que el abogado Morla sugirió en un duro comunicado. Los cinco especialistas que fueron parte de la autopsia, entre ellos el prestigioso médico Mario Shiter, en representación de Claudia Villafañe, compartieron sus conclusiones sin disidencias al fiscal general. Aseguraron no haber encontrado nada que sugiriera una situación criminal. Las pericias que se esperan en La Plata serán decisivas.