La actividad hotelera registró en julio último apenas 106.558 pernoctaciones, lo cual significó una disminución interanual del 97,8%.
Así, es el sector más castigado por la restricción para operar debido a la emergencia sanitaria.
Las pernoctaciones de viajeros residentes registraron una caída de 97,4% y las de no residentes disminuyeron 99,4%, por el impacto de la crisis que lleva seis meses de restricciones a la actividad, desde el inicio de la cuarentena.
El total de viajeros hospedados fue 34.969 y tuvo una variación negativa de 98,3% respecto del mismo mes del 2019.
La cantidad de viajeros residentes bajó 98,0% y la de no residentes disminuyó 99,5%.
El Gobierno únicamente permite el alojamiento para cuestiones de emergencia o de salud, autorizando en la mayoría de las empresas únicamente la ocupación de enfermos de coronavirus.
En julio se registraron 657.177 habitaciones o unidades disponibles, 84,9% menos que en igual mes de un año atrás y las habitaciones ocupadas sumaron 60.674, con una caída de 97,3% respecto al mismo período del año pasado.
La tasa de ocupación de habitaciones fue 9,2% y las plazas disponibles a nivel nacional sumaron 1,6 millones, 86,1% menos que en julio de 2019.
De las 49 localidades que integran la Encuesta de Ocupación Hotelera que releva el INDEC, 33 de ellas presentaron establecimientos abiertos, mientras que los restantes estuvieron cerrados temporalmente, o afectados al alojamiento de personas con aislamiento obligatorio.
El INDEC informó que en julio prestaron servicios 214 hoteles a ciudadanos que regresaron al país, personal de atención sanitaria u otros huéspedes que se encuentran en aislamiento obligatorio, que se consideran no turísticos y no computables para la muestra.