Ante la falta de datos oficiales contundentes, el principal interrogante era si uno de los postulantes conseguía una abultada diferencia que le permitiera consagrarse en primera vuelta y evitar ir al balotaje, previsto para el próximo domingo 23 de junio.
Con una marcada lentitud en el escrutinio (que se difundía a través de una transmisión en vivo por YouTube, que luego se cayó y más tarde volvió a estar disponible), a las 00:15 del lunes recién se habían contabilizado el 20,2 por ciento de las 460 mesas.
Con ese magro nivel de votos escrutados, la fórmula de Concertación Forja, Gustavo Melella-Mónica Urquiza, obtenía el 49 por ciento, por encima del 39,5 por ciento que cosechaba el binomio de Unidad Fueguina, Rosana Bertone-Juan Carlos Arcando.
En tanto, los postulantes de Ser Fueguino, Juan Rodríguez- Fernando Gliubich, quedaban en el último lugar con 3,9 por ciento: obtenían menos porcentaje que el voto en blanco, que tenía 7,6 por ciento.
Para lograr el triunfo, uno de los postulantes debe conseguir la "mayoría absoluta de sufragios", ya que de lo contrario deberá realizarse "dentro de los quince días una segunda elección entre las dos fórmulas más votadas", de acuerdo al artículo 203 de la Constitución de Tierra del Fuego, Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur: el balotaje será el 23 de junio. .
Desde 1991, cinco de las siete elecciones a gobernador se definieron en segunda vuelta.
La tardía difusión de los datos fue duramente cuestionada por el sector de Melella, que aseguraba tener información propia de sus fiscales que le darían el triunfo en primera vuelta, según indicaron fuentes de Concertación Forja en diálogo con NA.
"La carga está muy lenta, además sin la página oficial. Hay muchas cosas que va a haber que hablar muy seriamente con el Juzgado (Electoral) y las autoridades porque esto no se puede dar", se quejó Urquiza en diálogo con FM Aire Libre de Río Grande.