¿Cuánto se puede beneficiar nuestro país?
El Banco Central de Brasil revisó al alza el crecimiento económico esperado para este año. Esta mejora estuvo guiada por un buen desempeño del sector agrícola. En su informe trimestral sobre la inflación, el organismo pronostica una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,0% para 2023, frente a la estimación del 1,2% de marzo. Además, el informe estima una proyección más amplia para el déficit de cuenta corriente de este año, de 45.000 millones de dólares, frente a los u$s32.000 millones del informe anterior. Lo que significa que Brasil estará teniendo una mayor entrada de capitales durante el 2023.
Este sólido contexto representa una oportunidad importante para la Argentina. El motivo de fondo es que Brasil es el principal socio comercial del país. Por lo tanto, si Brasil se expande y es más "rico", podrá comerciar más e importar una mayor cantidad de bienes. Ahora bien, ¿Es realmente un impulso para la Argentina?
La situación comercial entre Brasil y Argentina es compleja. El comercio bilateral entre ambos países registra su peor déficit -para la Argentina- desde el año 2000. Durante junio, las exportaciones argentinas a Brasil, cayeron un 31% de manera interanual; mientras que las importaciones se acrecentaron en un 25%. En el primer semestre de 2023, el saldo negativo casi triplicó al del primer semestre del año pasado, alcanzando los u$s3.578 millones. El principal determinante de esta crítica situación es la extensa sequía que experimenta el país sumado a los severos desincentivos que experimenta el sector exportador argentino.
La sequía dinamizó un fenómeno inusual para el comercio exterior argentino. Durante este año, Argentina tuvo que importar productos del sector agropecuario; principalmente soja para molienda. Estas importaciones representaron el 25% del total de importaciones (argentinas provenientes de Brasil) del mes de junio.
El incremento de las importaciones se vio impulsado a su vez por otros dos factores claves. En primer lugar, el sector de la "energía eléctrica" experimentó un notable crecimiento del 346% interanual, alcanzando los u$s64,9 millones.
En segundo lugar, las "Partes y accesorios para vehículos automotores" también registraron un aumento significativo del 17,7% interanual, llegando a los u$s174 millones. Contrariamente, se observó un marcado descenso en las importaciones de "vehículos automotores de pasajeros", experimentando una caída del 42% equivalente a casi u$s90 millones. El principal motivo de esta caída es la falta de divisas para importar este tipo de productos.
La economía Argentina se encuentra ralentizada; la combinación de sequía, falta de divisas y alta inflación proporcionan un marco que penaliza la producción. Ahora bien, el mayor crecimiento económico de Brasil podría proporcionar una ayuda externa inesperada.
La teoría del spillover o efecto derrame respalda esta visión. Debemos comprender que si Brasil -el principal socio comercial de Argentina- experimenta un mayor crecimiento económico, comerciará más de lo esperado. Por consecuencia, importará bienes y servicios de sus socios comerciales. En junio de 2023, Argentina fue el tercer mayor proveedor de Brasil luego de China y Estados Unidos.
Existe una marcada relación positiva entre el crecimiento económico brasileño y el argentino. iProfesional evaluó esta relación y obtuvo que por cada 1% que crece Brasil, Argentina incrementa su crecimiento en un 0,38%.
De todos modos, no todas las exportaciones argentinas se beneficiarán de este fenómeno. En estos casos, las exportaciones industriales serán las que se expandirán en mayor medida. Las exportaciones industriales argentinas a Brasil son principalmente vehículos; durante los últimos 5 meses se registró una sustancial caída de las exportaciones de vehículos a Brasil. Principalmente, las exportaciones de automóviles de pasajeros a Brasil se redujeron en 35% interanual. Por ende, el aumento en el crecimiento de Brasil podrá incrementar las exportaciones de vehículos argentinos. Aunque, es importante recalcar que la Argentina deberá estar dispuesta a acrecentar la producción y exportar más.
La producción industrial Argentina se encuentra paralizada producto de la falta de insumos y el incierto entorno económico. Las empresas, durante este último tiempo, han entrado en su fase más conservadora; minimizando inversiones y acumulando stocks. Esta situación estará presente -al menos en el corto plazo- hasta que se resuelva el panorama electoral y exista una certeza acerca de las futuras políticas económicas. Es por esto que es muy poco probable que el crecimiento brasileño impulse a la economía argentina.
En cuanto al déficit comercial entre Argentina y Brasil, no se vislumbran signos de reversión. Al momento, no se espera un fuerte crecimiento en las exportaciones Argentinas ni tampoco una mejora en el balance comercial; es evidente que la situación es insostenible.
La falta de financiamiento para este déficit comercial vaticina una inminente limitación de las importaciones desde Brasil. Por su parte, el BRICS no se mostró interesado en financiar las importaciones Argentinas desde Brasil. Además, dado que se avecina el fin de la cosecha gruesa y frente a la evidente escasez de reservas, es muy probable que no haya suficiente moneda para continuar con los actuales niveles de comercio bilateral.
En resumen, si bien la mejora en la previsión de crecimiento del PIB de Brasil para 2023 podría brindar cierto impulso a las exportaciones industriales argentinas, la situación comercial entre ambos países sigue siendo compleja. La falta de divisas, la paralización de la producción industrial y la insostenibilidad del déficit comercial plantean desafíos significativos para Argentina. A menos que se resuelvan estos problemas estructurales, es poco probable que el mayor crecimiento económico de Brasil tenga un impacto positivo duradero en la economía argentina.
Fuente: IPROFESIONAL