Víktor Sénnikov de la ciudad rusa de Perm creó un vehículo todoterreno de orugas sobre la base de un Oka.
Víktor Sénnikov de la ciudad rusa de Perm creó un vehículo todoterreno de orugas sobre la base de un Oka.
Antes de jubilarse, Sénnikov trabajó como conductor durante 40 años y tras la jubilación decidió crear su propio vehículo.
El inventor tardó 18 meses en crear el bastidor, y necesitó casi un año para crear las orugas —cada una de las cuales pesa 300 kilos—.
El todoterreno se desplaza fácilmente por los terrenos escabrosos y está equipado con una cuchilla para barrer la nieve.