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Bill y Melinda Gates están apostando por un metal ‘insumergible‘ que podría utilizarse para construir barcos y ciudades flotantes

Bill Gates está respaldando un proyecto que pretende crear un metal insumergible. Gracias a este producto se podrán construir ciudades flotantes sobre el agua.

Martes, 12 de Noviembre de 2019

Antes de la tragedia solía decirse que el barco era indestructible, en parte gracias a los compartimentos impermeables situados debajo de la cubierta. Los ingenieros que diseñaron el Titanic no lograron prever que 6 de esos compartimentos terminarían siendo perforados.

Más de un siglo después, los barcos siguen siendo vulnerables a las colisiones. El pasado mes de mayo, 28 personas murieron en Hungría cuando un barco turístico y un crucero colisionaron en mitad del Danubio. Y en octubre de 2017, 10 militares del ejército norteamericano murieron cuando su nave fue golpeada por un petrolero.

Pero una nueva investigación de la Universidad de Rochester ofrece una alternativa que podría evitar tragedias de este tipo. Un equipo de científicos ha desarrollado un metal que no puede hundirse incluso después de haber sido perforado.

"Independientemente de la profundidad del daño o la perforación, el metal puede mantenerse a flote", explica Chunlei Guo, director de la investigación, a Business Insider.

El proyecto ha recibido financiación del ejército de Estados Unidos y de la fundación Bill y Melinda Gates. Además de para construir barcos, los científicos creen que este nuevo material podría utilizarse para construir ciudades flotantes.

Una burbuja de aire ayuda al metal a mantenerse a flote

Los barcos flotan al desplazar el agua. Para no hundirse, deben pesar menos que el volumen de agua que desplazan. Cuando los compartimentos del Titanic se inundaron, el barco se hizo más pesado que el agua desplazada y así comenzó a quedar sumergido.

Para evitar que su estructura metálica sufriese el mismo destino, los investigadores de la Universidad de Rochester tuvieron que idear un método para desplazar constantemente el agua.

Los científicos crearon pequeñas ranuras en la superficie de un disco de aluminio. Estos grabados acumularon aire, formando una barrera protectora que hizo que las gotas de agua se deslizaran de la superficie.

Pero los investigadores descubrieron que las ranuras se empapaban si permanecían en contacto con el agua durante varias horas. Para ello encontraron una solución: colocar 2 discos adicionales en cada extremo de la estructura, con las ranuras mirando hacia dentro. Además dejaron un espacio en el centro lo suficientemente pequeño como para evitar que entrase agua. De este modo se crea una burbuja de aire que mantiene el metal a flote.

J. Adam Fenster/Universidad de Rochester

Después, los científicos añadieron un peso extra durante 2 meses para comprobar que no se hundía. Funcionó.

Superada esta prueba, perforaron los discos antes de colocar el material bajo el agua nuevamente. No importaba el número de agujeros o la profundidad de los mismos: una vez más se mantuvo a flote.

Puede utilizarse para construir ciudades flotantes

En su estudio, Guo defiende la utilización de este metal para construir botes salvavidas, chalecos que no puedan hundirse e incluso barcos que resistan cualquier daño. Afirma que el peso de la nave no tiene importancia, siempre que la superficie sea lo suficientemente grande como para contrarrestarlo.

"A medida que el área se hace más grande, también lo hace la capacidad de carga", señala Guo. Esto significa que el material puede usarse incluso para la construcción de grandes estructuras, como las ciudades flotantes.

"Creo que es una gran idea" argumenta Guo a Business Insider , y añade que su composición es "mucho más robusta y duradera" que otros materiales que se asocian a la construcción de ciudades flotantes, como la fibra de vidrio o la piedra caliza.

La investigación de Guo también ha demostrado que sólo son necesarias unas escasas gotas de agua para limpiar la suciedad del metal. Por ello también ha estudiado cómo estas propiedades podrían mejorar las condiciones de salubridad en los países del tercer mundo. Por ejemplo, si se construyesen letrinas con este material su limpieza sería muy sencilla.

"Mantener el metal a flote es sólo una de sus muchas posibilidades", afirma Guo.

Hasta el momento, el mayor obstáculo para el uso de este material es que la producción y fabricación del mismo es muy lenta, sobre todo si se utiliza para grandes estructuras. Según Guo, es un problema que deben resolver los fabricantes, ya que su investigación se limita al campo de la ciencia.

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Fuente: Business Insider