La revolución de los robots ya está ocurriendo, pero ¿cuánto sabemos sobre el impacto de las máquinas programables en nuestra vida diaria?
¿Cuántas veces diría que un robot tuvo algún tipo de influencia en su vida durante los últimos siete días? A no ser que tenga un robot aspirador, seguramente crea que no influyó en su día a día; nada más lejos de la realidad. Vamos a hacer un repaso de cómo los robots están siendo utilizados ahora mismo. Es probable que ni usted supiera de estos usos.
Antes de comenzar, tenemos que precisar qué es exactamente un robot. Si bien no existe una definición oficial sobre las características que lo constituyen, numerosos expertos en robótica, como yo, lo describen como una máquina que se mueve o tiene partes móviles y que toma decisiones sencillas mientras interactúa con el mundo.
Por lo tanto, el aspirador que programa para hacer su trabajo cuando usted está fuera es un robot, ya que percibe el mundo a su alrededor y toma decisiones mientras absorbe y barre la suciedad.
Por el contrario, la lavadora no es un robot. Usted elige el programa para indicarle cómo quiere lavar la ropa y el electrodoméstico se pone a ello sin interactuar con el exterior. Como vemos, el concepto es ambiguo y no hay una definición que agrade a todos. Pero dejémoslo aquí y volvamos a la semana pasada.
Cuando coma un plato de arroz, recuerde que cada grano que consuma fue seleccionado por una máquina robotizada con un sistema de visión ultrarrápido. Y es que las herramientas que separan alimentos como el arroz son milagros de la automatización cuya existencia ignoran la mayoría de personas. Muchas de ellas, incluso, pensarán que el arroz crece de manera uniforme en forma y color tal y como es presentado en los paquetes que adquieren en el supermercado, pero no es así.
Cada grano de arroz pasa por una máquina robotizada que utiliza cámaras de alta velocidad, luces y un ordenador que analiza la imagen de cada grano, en base a la cual se toma una decisión: en función del grosor del grano, se encienden y apagan potentes corrientes de aire para dirigirlo al recipiente correcto. Este proceso tiene lugar cientos de veces por segundo.
Pero el arroz no es la única comida que los robots pueden separar. De hecho, el mercado de las máquinas que clasifican los alimentos está creciendo a pasos agigantados: ya son capaces de separar trigo, legumbres y semillas.
¿Ha visitado la semana pasada a un profesional de la salud? Seguro que enseguida se habrá dado cuenta de si se trataba de un humano o de un robot. Lo más probable es que fuera lo primero. Pero, ¿sabía que muchos enfermeros, doctores y técnicos de emergencias sanitarias practican con pacientes robots?
Estos peculiares pacientes pueden simular varias enfermedades y facilitan a los estudiantes la posibilidad de ofrecer diagnósticos y tratamientos antes de hacerlo con personas de carne y hueso. Estos robots son a la medicina lo que los simuladores de vuelo a los pilotos de aviones en prácticas.
Algunos de los robots de uso sanitario tienen tamaño real y el aspecto de una persona real, mientras que otros sirven a una especialidad concreta y pueden representar solo una parte del cuerpo humano.
¿Ha sido tomado como rehén en un robo a mano armada alguna vez? Esperemos que no. Pero si la respuesta de nuevo es afirmativa y la policía acudió en su auxilio, cabe la posibilidad de que los francotiradores que apuntaron con un láser rojo a los delincuentes fueran entrenados utilizando robots.
La compañía Marathon Targets, radicada en Sidney, comercializa toda una gama de robots de gran movilidad que aguantan los disparos de policías y militares en prácticas. Estas máquinas están blindadas por razones obvias y pueden ser utilizadas para sustituir personas (objetivos) durante un entrenamiento con fuego real.
¿Alguna vez se ha medicado? Si la medicina que tomó tenía por objeto evitar el contagio de la malaria o suprimir su sistema inmune, puede que las farmacéuticas utilizasen veneno de escorpión como ingrediente.
La extracción del veneno de un alacrán es, a todas luces, una tarea peligrosa para una persona. Sin embargo, para un robot es el trabajo perfecto.