El ambiente de tu dormitorio debe ser el adecuado porque también puede influir a la hora de lograr un descanso reparador. Estos son diez factores que pueden incidir tanto positiva como negativamente.

1. La temperatura

Hay quienes prefieren dormir con la habitación fresca para taparse bien y otros que prefieren dormir con ropa más ligera. En cualquier caso, para tener un sueño de calidad, intentá que la temperatura esté entre 19º y 21º. Tener calor en la cama (incluso sudar) impide dormir bien y hará que nos despertemos más de una vez. Un factor importante es acertar con la ropa de cama. Las sábanas mejor que sean de tejidos naturales, como el algodón, que transpira bien. En cuanto al nórdico, existen rellenos de 100 o 150 gramos, perfectos para temperaturas de unos 20º.

2. Ruidos

El silencio es básico para descansar bien, por eso el dormitorio debería estar en el sitio más alejado del ruido de la calle. Pero como no siempre es posible, existen algunas maneras de aislarlo del exterior. Además de un buen aislante en las paredes y doble cristal en las ventanas, podés colocar algunos muebles voluminosos (armario, cómoda…) en las paredes que dan al exterior para que los ruidos de la calle se amortigüen.

3. Evitá la tecnología antes de irte a dormir

Se recomienda no mirar ninguna pantalla durante los 90 minutos antes de acostarte ya que su luz dificulta la conciliación del sueño. Tampoco es aconsejable dormir con el móvil cerca, ya que puede hacer ruidos que te despierten.

4. Luces tenues y relajantes

Lo mejor es que tu habitación esté a oscuras. Sin embargo, si antes de acostarte vas a tener encendidas las luces, optá por las amarillas o anaranjadas, más relajantes, que te ayudarán a conciliar el sueño.

5. Colores

Los que elijas para decorar, como los azules, verdes y ocres son los tonos más aconsejables para recrear un atmósfera relajante que invite a descansar. Evitá el rojo para pintar alguna pared del dormitorio. Si te decantás por el blanco, podés elegir complementos en azul, verde u ocre, ya sea la ropa de cama, algunos almohadones o una manta.

6. Orden

Es aconsejable que dispongas de muebles para almacenar, como armarios y cómodas, que incluyas algún complemento para dejar la ropa del día siguiente preparada y que dediques unos minutos a ordenar el cuarto. Adquirí la rutina de dejar la cama hecha cada mañana y ventilar bien el dormitorio.

7. Colchón

Si tiene más de diez años, es posible que sea el causante de una mala calidad de sueño y de que te levantes con dolor de espalda y sensación de no descansar bien. Si vas a cambiarlo, se recomienda un modelo de dureza media, que sostenga tu cuerpo sin ser incómodo, que sea ergonómico y se adapte a la curvatura natural de tu columna.

8. Almohada

La elección tiene mucho que ver con tu postura para dormir. Las más bajas son adecuadas para los que duermen boca abajo. Si solés dormir boca arriba, elegí una con una altura media. Las más gruesas son perfectas para dormir de lado. En todos los casos, la clave es que el cuello permanezca alineado con la columna. Si tiene el relleno sintético y te da calor, cambiala por una con un relleno natural.

9. Orientación de la cama

Los expertos aconsejan orientar la cama al norte para conseguir un sueño de mejor calidad. Si hacemos caso a tradiciones orientales como el Feng Shui, dormir con la cabeza orientada al oeste ayuda a levantarte con más energía, y orientada al este aporta mayor serenidad. También se aconseja dormir mirando hacia la puerta del dormitorio, ganarás tranquilidad y descansarás mejor.

10. Plantas

Quizás oíste decir que las plantas en el dormitorio roban el oxígeno. Es cierto que consumen oxígeno y liberan dióxido de carbono, pero de ahí a decir que te dejarán sin oxígeno no es así. Podés tener algunas ya que aportan sus beneficios como purificar el aire, crear un ambiente natural, reducir el estrés y dar a sensación de tranquilidad. Elegí plantas de interior resistentes y que necesiten pocos cuidados.