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Cinco recomendaciones para alejar a los niños de las pantallas de los dispositivos móviles

El confinamiento tomó por sorpresa a todos y pocos, o quizás nadie, estábamos preparados para sobrellevar este tiempo totalmente en casa. Por esto, el tiempo frente a las pantallas fue superior al regular e incluso los niños se vieron mayormente expuestos a estas.

Sabado, 19 de Setiembre de 2020

El confinamiento tomó por sorpresa a todos y pocos, o quizás nadie, estábamos preparados para sobrellevar este tiempo totalmente en casa. Por esto, el tiempo frente a las pantallas fue superior al regular e incluso los niños se vieron mayormente expuestos a estas.

Mientras que los padres trabajaban desde el hogar, entretener a los pequeños con una serie o película era la opción más conveniente en ese momento. "¿Se abusó de las pantallas? Sí, pero no creo que debamos buscar culpables. Todos lo hicimos lo mejor que pudimos. Ahora solo podemos mirar hacia atrás e intentar aprender algo de aquella etapa", señala en una publicación del sitio web ABC Manuel Armayones, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del eHealth Center.

El experto asegura que estos hábitos se intensificaron en los últimos meses, sin embargo, desde antes de la pandemia ya se habían "instalado" en muchos hogares. "Se trata de un abuso, no de una adicción. Entendemos que es un problema cuando distorsiona otras esferas de la vida personal", afirma.

En el caso de los niños, estas prácticas deben ser controladas con responsabilidad debido a los efectos negativos que pueden conllevar. La exposición abusiva puede causar en los pequeños malestar, irritabilidad y aislamiento. Más adelante, la actividad sedentaria puede alterar las horas de sueño y puede provocar problemas de sobrepeso u obesidad. Además, podría afectar su desarrollo cognitivo.

Según los especialistas, debe limitarse el tiempo que se permite a los niños estar frente a las pantallas y esto dependerá de la edad que tengan. Por norma general, los expertos recomiendan lo siguiente:

- Que los menores de dos años no hagan un uso rutinario de las pantallas.

- De tres a cinco años, se recomienda un uso máximo de 30 minutos diarios.

- De seis a doce años, se aconseja usarlas una hora al día como mucho.

- De trece a dieciséis años, el límite es de dos horas diarias.

Armayones es especialista en el impacto de estas nuevas tecnologías y plantea cinco recomendaciones para que los pequeños se alejen de las pantallas:

1. Implementar normas

Instaurar normas claras debe ser el primer paso para que los niños se desconecten de las pantallas. Armayones explica que "hay que mantener una conversación sincera para que entiendan por qué no pueden estar todo el día "enganchados"" y "por qué deben seguir algunas normas".

Para esto hay que ser explícito y puntualizar qué se puede hacer con el dispositivo (y qué no se puede hacer), el tiempo que está permitido utilizarlo y en qué momentos debe disminuirse su uso.

"Todos sabemos que los venenos son veneno en función de la dosis. Con las nuevas tecnologías pasa lo mismo", afirma el experto a ABC. "Cuánto es mucho o cuánto es poco depende del efecto que tenga en la vida personal. En el caso de los niños, hay que prestar atención a si el uso de estos dispositivos cambia su comportamiento o si las actividades que realizan, como es el caso de los videojuegos, les crean una cierta adicción", añade.

2. Negociar en los casos que es posible

Según el especialista, cada niño es distinto y las normas a aplicarse variarán, por ello sugiere negociar el tiempo de uso de los dispositivos móviles. "Si un niño se porta bien y tiene buen rendimiento escolar, a veces podemos dejarle el móvil un ratito más. En otros casos, cuando vemos que el uso de estas herramientas genera un problema, es importante restringir su uso", señala.

Armayones sugiere también dejar en claro que el tiempo en el dispositivo podría cambiar según las circunstancias, por ejemplo, en época de exámenes u otros acontecimientos.

"Hay que recordar que abordamos esta conversación como padres; ni como amigos, ni como colegas. Hay veces que, nos guste más o menos, tenemos que imponer ciertas normas", agrega y enfatiza que en una negociación la última palabra debe ser la de los padres.

3. Plantear opciones, antes que restringir

Los dispositivos móviles son la opción principal cuando no se realizan otras actividades, por lo que lo importante será presentar otras opciones de entretenimiento para evitar el uso del estos aparatos tecnológicos.

"Los niños nunca piden el móvil cuando están en la playa o en un parque acuático, porque se lo están pasando bien y andan entretenidos. Sí lo piden, por ejemplo, cuando vamos a comer y se aburren con las conversaciones de los adultos. Esto nos debería hacer pensar", indica Armayones.

Jugar al aire libre, pintar, hacer deporte, leer, manualidades o una reunión familiar, están entre las opciones para que los niños dejen de lado los dispositivos móviles.

4. Enseñar con el ejemplo

La mejor forma de educar a un niño es con el ejemplo. "Enseñamos muchas más cosas a los niños cuando no les intentamos enseñar nada que cuando sí intentamos hacerlo", dice Armayones. "Si queremos enseñar a los niños que no deben depender de una pantalla, es imprescindible que los mayores les demostremos lo mismo con nuestras acciones", asegura.

El experto recuerda también que exponerse excesivamente a las pantallas es algo que no solo afecta a los niños, sino también a los adultos.

5. La supervisión es fundamental

Los dispositivos móviles que usan los niños deben estar supervisados por los adultos y sin bloqueos por contraseñas. "Es más importante la seguridad de los niños que su privacidad. Por eso es fundamental que estemos pendientes de cómo utilizan el móvil y de qué hacen con él",

Para esto el experto recomienda que se usen aplicaciones creadas para el control parental y que así los niños no se expongan a peligros en internet. (I)