Existen dolores físicos que surgen a causa del estrés y así podes aliviarlos.
Como sabes, el estrés es una reacción fisiológica del organismo ante una amenaza, que tiene la función de alistar al cuerpo para luchar o huir y así ponerse a salvo. Esa reacción desencadena la producción de diversas sustancias que generan procesos en todo el cuerpo.
Sin embargo, en el mundo actual esa respuesta natural del cuerpo se ha vuelto algo crónico y aparece aunque no haya amenazas reales, debido a las presiones de la vida cotidiana en el trabajo, en casa, en la calle, las cuentas por pagar, los pendientes sin fin, etcétera.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75% de los mexicanos padece estrés. Si formas parte de esta estadística y el estrés se ha vuelto parte de tu rutina diaria, debes ponerle un alto, antes de que tu salud física y mental se ve afectada.
Entre otros efectos que el estrés tiene, el dolor en distintas partes del cuerpo es uno de los más fácilmente identificables. Esto se debe a que cuando estás en estado de estrés, tus músculos se tensan y esto hace que más tarde se presenten dolor, cansancio y calambres.
De esta manera, el dolor crónico puede provenir no sólo de una lesión física sino ser ocasionado por estrés y problemas emocionales que no se han resuelto.
Las partes del cuerpo que con mayor frecuencia duelen por el estrés son: cabeza, cuello, hombros, espalda alta, espalda baja, codos, manos, caderas, rodillas, pantorrillas, tobillos y pies.
Así que, si no has tenido lesiones, golpes o caídas y si no hay un diagnóstico que encuentre un origen físico para tu dolor, es muy probable que haya surgido por el estrés con el que vives.
Además de hacer lo necesario para liberarte del estrés, puedes seguir las siguientes recomendaciones para aliviar los malestares en distintas partes del cuerpo.
Para aliviar el dolor de cabeza ocasionado por el estrés, detén un momento tus actividades y busca un momento de silencio y paz; respira para relajarte, realiza algunos estiramientos y si te es posible sal a caminar un poco para liberar la tensión.
También puedes aplicar calor o frío, lo que sea más agradable y cómodo para ti, ya sea mediante compresas calientes o una bolsa con hielos cubierta con un trapo. Recuéstate un momento y coloca la opción que prefieras en la frente; esto ayudará a reducir la inflamación y la tensión.
Otra opción es el uso de aceites esenciales, Los más recomendados para aliviar el dolor de cabeza por estrés son: lavanda, menta, eucalipto y romero. El aceite esencial que elijas debe estar combinado con un aceite portador (coco, almendras, oliva, etcétera) y debes aplicarlo directamente sobre la piel en las sienes, la frente, detrás del cuello y las muñecas para aliviar el estrés y la tensión. Además, puedes usarlos en un difusor.
Para calmar el dolor en estas zonas del cuerpo, algo muy recomendable es que acudas a que te den un masaje relajante, pues además de reducir el dolor, te ayudará a liberar la tensión y relajarte.
Para prevenir estos dolores, procura mantener una postura adecuada, sobre todo si tus actividades diarias implican que pases mucho tiempo sentado. Al menos cada 2 horas, levántate unos 5 o 10 minutos para caminar un poco o realizar algunos estiramientos: mueve tu cabeza hacia los lados y de arriba hacia abajo; sube y baja tus hombros y muévelos en círculos; estira tu espalda al elevar tus brazos como si quisieras tocar el techo.
Alternar con calor y frío también ayuda a aliviar el dolor en estas zonas. Reduce la inflamación muscular a través de la aplicación de frío, con ayuda de una bolsa de hielo o hielo envuelto en una toalla; déjala en la zona afectada un máximo de 20 minutos y luego alterna otros 20 minutos con compresas calientes. Puedes realizarlo varias veces al día para sentir alivio.
Para aliviar el dolor en los codos y las manos también funciona la acción desinflamatoria del frío, así que coloca algunos cubitos de hielo envueltos en una toalla y aplícala sobre la zona dolorida durante 10 a 15 minutos, varias veces al día.
Una vez que haya disminuido lo peor del dolor en los codos, puedes realizar ejercicios de estiramiento. Una buena opción es tomar una toalla pequeña (como las que usas para secarte las manos en tu baño); enróllala, sujeta los dos extremos y retuércela como si la exprimieras. Repite este movimiento 10 veces en un sentido y otras 10 hacia el sentido contrario.
En el caso de las manos, cierra tus dedos para formar un puño, pero sin ejercer presión, y luego ábrelos lentamente; repite la secuencia de cerrar y abrir 10 veces, varias veces al día. También te pueden ayudar las pelotitas antiestrés, para presionarlas suavemente mientras realizas alguna otra actividad, como esperar en una fila.
Alivia el dolor en la cadera con un masaje. Aplica un poco de aceite esencial de eucalipto romero o manzanilla y realiza movimientos circulares durante algunos minutos. Puedes hacerlo varias veces al día y en las noches antes de dormir para que el aceite actúe en ese tiempo.
Las compresas frías o calientes también son recomendables, como en el caso de otros dolores musculares, ya que ayudan a desinflamar y liberar la tensión. Puedes aplicar frío o calor, según te sientas más cómodo, o bien alternarlos al dejar unos 15 minutos las compresas calientes y después otros 15 minutos las frías.
Para aliviar el dolor de rodillas se recomienda la práctica de tai chi, una antigua tradición de las artes marciales chinas, que consiste en una serie de movimientos lentos y suaves, acompañados de respiración profunda y que implica la atención plena.
Esta práctica ayuda a relajar las articulaciones y mejora su flexibilidad. Además, al realizarla se liberan endorfinas, un tipo de hormonas que proporcionan sensación de bienestar y que, paralelamente, ayuda a combatir el estrés y beneficia a todos los músculos del cuerpo que se encuentren tensos y contracturados.
Alivia el dolor en las pantorrillas, tobillos y pies al sumergir tus piernas en agua tibia durante 20 minutos; puedes añadir sal de grano para potenciar el efecto antinflamatorio.
También puedes aplicar hielo envuelto en una toalla para desinflamar; o realizar un masaje con gel de aloe vera o aceites esenciales de romero, geranio o menta, con movimientos circulares y suaves en la zona afectada.