El Senado aprobó esta noche la ley que reforma el impuesto a las Ganancias y lleva el mínimo no imponible a 150 mil pesos mensuales brutos y el cambio en el régimen de monotributo, tras un extenso debate con reproches cruzados, a pesar del consenso alcanzado sobre el tema.
Con 66 votos a favor y una abstención (de Esteban Bullrich, del PRO), la Cámara alta convirtió en ley ambas iniciativas, aunque el punto central del debate fue el tema Ganancias, impulsado por el Gobierno que estima que el nuevo esquema beneficiará a cerca de 1.500.000 trabajadores y alrededor de 400 mil jubilados que actualmente tributan.
La nueva norma eleva el mínimo no imponible a 150 mil pesos brutos y, en el caso de los jubilados, comenzará a pagarse a partir de los ocho haberes mínimos y ya no de los seis, al tiempo que contempla nuevas exenciones.
En este punto, deja de estar alcanzado el sueldo anual complementario de quienes ganen hasta 150 mil pesos y también salario que perciban los trabajadores en relación de dependencia en concepto de bono hasta un monto equivalente al 40% de la ganancia no imponible cuando la remuneración bruta no supere los 300 mil pesos mensuales.
Además, prorroga hasta el 30 de septiembre de 2021 la exención para las remuneraciones por guardias y horas extras a los profesionales, técnicos auxiliares (gastronomía, maestranza y limpieza) y personal operativo de del sistema de salud y recolectores de residuos en virtud de la emergencia sanitaria.
La ley amplía la deducción para cónyuges, al alcanzar a dos personas convivientes que compartan una relación afectiva pública, notoria y estable independientemente del género de ambas, y establece que las asignaciones mensuales y vitalicias de los ex presidentes y vicepresidentes van a estar alcanzadas por el impuesto.
El Ministerio de Trabajo estima que alrededor de 1.300.000 trabajadores dejarán de pagar este impuesto y otras 200 mil personas, cuyos ingresos estén entre los 150 mil y los 173 mil pesos, verán reducida la carga tributaria actual a través de una deducción especial.
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El debate
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A pesar del consenso en torno a la aprobación de la ley, durante el debate el Frente de Todos criticó los resultados económicos de la gestión del ex presidente Mauricio Macri y machacó sobre "el incumplimiento de la promesa de campaña de que nadie iba a pagar el impuesto a las ganancias".
Por su parte, la bancada de Juntos por el Cambio calificó el proyecto como "un parche" y un "alivio" frente a la situación económica del país y señaló que beneficia a un sector de la sociedad que no es mayoritario.
El cordobés Carlos Caserio (Frente de Todos) sostuvo que "en algunas campañas se prometió la eliminación del impuesto a las ganancias y a pesar de la difícil situación heredada, es el presidente Alberto Fernández quien vino a solucionar este tema".
El pampeano Daniel Lovera (Frente de Todos) afirmó que con esta ley "solo van a pagar el 7% de las personas trabajadoras y el 2,4% de las personas jubiladas" y marcó como contraste que "en cuatro años de la gestión anterior las personas alcanzadas pasaron del 10% al 24%, una de cada cuatro pasaron a pagar Ganancias".
A su turno, la mendocina Anabel Fernández Sagasti, negó que la ley sea "un parche" y subrayó: "No es un alivio para los que ganan 150 mil pesos como se dijo, es un alivio para los que ganan de 90 mil a 150 mil, porque hoy el piso es 90 mil".
"Yo sé que el tema del impuesto a las ganancias es muy caro para Juntos por el Cambio porque fue una estafa electoral y política", agregó la senadora oficialista.
El jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, remarcó que "42% de los argentinos está en la pobreza" y señaló: "Acompañamos por el alivio, pero cada vez se profundiza más la brecha. Piensen políticas y no un parche con mirada electoral".
El riojano Julio Martínez, del mismo bloque, devolvió las críticas al oficialismo al remarcar que en 2007, cuando inició el gobierno de la actual vicepresidenta Cristina Kirchner, 650.000 personas pagaban Ganancias y en 2013 se llegó a tres millones.
"Estamos vistiendo de épica algo que es un alivio, pero para un sector muy chico de la Argentina, para el 5% de los trabajadores que están dentro del 10% de los que más ganan", afirmó a su turno el porteño Martín Lousteau.
La cordobesa Laura Rodríguez Machado apuntó que "el Gobierno empezó a bajar un impuesto pero no tiene un programa para bajar la carga tributaria como sí lo tuvo la gestión de Macri".
Por otra parte, la nueva ley sobre monotributo apunta a resolver el problema de la actualización surgido de la suspensión del índice de movilidad previsional anterior y a generar un puente para la transición al régimen general.
El punto clave de esta iniciativa es que aquellas personas que fueron excluidas del régimen de monotributo en 2019 y 2020 podrán volver si se excedieron en la facturación por hasta el 25% de su escala, pagando una diferencia, mientras que quienes se hayan pasado por arriba de ese 25%, pasarán al régimen general, pero con quitas y reducción de Ganancias y de IVA.