La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, habló con la prensa tras el revés electoral del último domingo. La candidata a la reelección reconoció que no habló con el kirchnerista Axel Kicillof, quien superó el 50% de los votos, y dijo que entiende que las PASO solo son para definir candidaturas.  Consultada sobre el responsable de la derrota, dijo que su tarea es escuchar el descontento de los bonaerenses y no buscar responsables ni enojarse con el voto de la gente.

En este sentido, se mostró autocrítica y dijo que su misión es ver qué puede mejorar y transmitir tranquilidad. "Tenemos que ser todos responsables y poner en primer lugar a bonaerenses. No queremos poner en riesgo la gobernabilidad. Creemos en la democracia y creemos que las PASO nos han consagrado a todos como candidatos con un mensaje que tenemos que escuchar", manifestó.

En ningún momento descartó la posibilidad de dar vuelta la elección pero admitió que la devaluación de este lunes impactará en los bonaerenses y dijo que el gobierno de la provincia estará acompañándolos. "Vamos a estar acompañando desde el gobierno de la provincia. Está claro que la devaluación de hoy va a tener impacto. Necesitamos más que nunca estar con las herramientas para acompañar a los bonaerenses. Vamos a reforzar nuestra presencia", aseguró y dijo que en los próximos días anunciarán medidas económicas que van en esa dirección.

Por último, evitó hablar de estrategias electorales y afirmó que lo único que puede hacer ahora es escuchar el mensaje de los bonaerenses. En este sentido, no quiso entrar en especulaciones políticas sobre alianzas con Consenso Federal y Roberto Lavagna. "El voto no es del dirigente, es de la gente", aclaró al ser consultada al respecto.

"Más allá de mi elección de octubre, mi compromiso es con la provincia y los bonaerenses. Por eso mi compromiso de seguir recorriendo la provincia y encontrandomé con cada uno de ustedes", concluyó.