Lo hizo al negar su participación en el secuestro de Pedro y Ramón Olivera en 1977 en La Rioja y atribuyó "intencionalidad" y "oportunismo político" a la acusación por delitos de lesa humanidad formulados en su contra.
En su exposición, que realizaba sin esposas y con uniforme militar con sus insignias, el detenido ex jefe del Ejército dijo: "Si yo no le hubiera dicho que sí a Cristina (Fernández), no estaría sentado acá", al señalar que hubo "un oportunismo político" para acusarlo de delitos de lesa humanidad y recordó que "no hay ningún subjefe del ejército de La Rioja está procesado o detenido por esto".
Milani describió como "imposibles" las circunstancias en las que, según la acusación, él estuvo supuestamente involucrado en el secuestro y las torturas que sufrieran tanto el ya fallecido Pedro Olivera como su hijo, Ramón Olivera, denunciante en esta causa y testigo en este juicio.
Tras negar su participación en esos hechos y asegurar no haber conocido "nunca" a los Olivera, Milani afirmó tener "un profundo respeto por todas las víctimas del gobierno militar" y expresó "toda" su "solidaridad a la familia Olivera".
Entre otras descripciones y preguntas que planteó en su exposición, Milani señaló que "nunca" en sus "45 años de servicio" vio a "un oficial de servicio -la función que cumplía en el momento de los hechos investigados- salir de una unidad para cometer una actitud demencial como un abandono de servicio, que estaba penado con la destitución, para ir a detener a una persona que no conocía".
"Nunca en mi vida torturé, secuestré, ni maté", acotó el militar.