El estudio forense realizado en Lomas de Zamora determinó que la víctima sufrió traumatismos severos de cráneo y presentaba ataduras y una mordaza. La data de muerte se ubica entre la noche del viernes 19 y la madrugada del sábado 20 de septiembre, al igual que las otras dos víctimas: Lara Gutiérrez y Morena Verdi.
La autopsia a Brenda Del Castillo, una de las víctimas del triple crimen, confirmó que murió de un paro cardiorrespiratorio traumático como consecuencia de traumatismos graves de cráneo.
La necropsia se realizó en el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora y dejó asentado, en el examen de ingreso, que el cuerpo estaba "cubierto con telas tipo sábana o cortinas floreadas y otras lisas", y que "presenta ataduras con cinta de plástico en pies, a la altura de la rodilla y sus manos". Además, tenía la boca cubierta con una cinta plástica verde a modo de mordaza.
La data de muerte se estimó entre cuatro y cinco días previos al estudio, lo que ubica el hecho entre la noche del viernes 19 y la madrugada del sábado 20 de septiembre, del mismo modo que ocurrió con Lara Gutiérrez y Morena Verdi.
En el examen torácico se registraron heridas punzocortantes en distintas zonas del cuerpo. Una de ellas se extendía desde debajo de las costillas hasta el flanco izquierdo "sin sangrado ni infiltración hemática en sus bordes", motivo por el cual se la consideró no vital (producida post mortem). El informe también consignó fractura con hundimiento del hueso frontal, múltiples fracturas del macizo facial, lesiones en la base de cráneo (fosa media) y en la rama ascendente del maxilar inferior derecho.