Debido a la pandemia de coronavirus, América Latina y el Caribe es la región más castigada, ya que se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) en conjunto (excepto Venezuela) retroceda 7,9% en 2020, y se espera un crecimiento de 4% para 2021.
Así lo indican las estimaciones volcadas en el Reporte de Perspectivas Regionales, presentado como antesala del desarrollo de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, que comenzará el lunes próximo de manera virtual.
El informe, denominado "El costo de mantenerse sano", consigna que la Argentina será uno de los países más afectados de la región de América Latina para 2020, junto con Perú (-12%), Ecuador (-11%) y México (-10%).
En cambio Brasil y Chile sufrirían un impacto relativamente moderado aunque importante, con bajas para este año de 5,4% y de 6,3%, respectivamente.
"Nuestra región soporta el peor impacto económico y en salud debido a la Covid-19 de todo el mundo, algo que exige mayor claridad respecto de cómo combatir la pandemia y recuperar el rumbo económico de cara a una rápida recuperación", dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe.
En cuanto a las causas detectadas, las economías de la región se ven afectadas por una caída en la demanda externa, una mayor incertidumbre económica, un colapso del turismo y las consecuencias de meses de confinamiento con el fin de contener la propagación de la enfermedad.
"Los gobiernos deberán hallar la manera de retomar la consolidación fiscal luego de un período de gasto elevado en estímulos económicos y transferencias sociales de emergencia", indica el informe.
"Los gobiernos deben proteger a los más vulnerables mientras adecúan las normas sanitarias y de seguridad en todos los sectores y actividades, en especial el de la educación, para que la probabilidad de contagio siga siendo baja mientras la vida continúa", dijo por su parte Martín Rama, economista en jefe del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe, encargado de presentar el documento.
Esta crisis llega tras años de lento crecimiento económico y escaso progreso en términos de indicadores sociales, e inmediatamente después de una ola de disturbios sociales en varios países de la región.
Sin embargo, el Banco rescató que "a pesar de las perspectivas negativas, existen señales de que el impacto podría ser menos grave de lo que inicialmente se temía", ya que "el comercio mundial de bienes regresa a niveles anteriores a la crisis y los precios de las materias primas se han mantenido relativamente bien".
Por otro lado, el Banco apuntó que "luego de una caída inicial abrupta, las remesas en general son mayores que hace un año, y son pocos los países que no pueden acceder a los mercados financieros internacionales".
En este sentido, indicó que "fue muy importante que los paquetes de estímulo llevados a cabo por distintos gobiernos fueran en general robustos, a pesar de las restricciones fiscales, y que buena parte de los recursos adicionales fueran a transferencias sociales, ya que el efecto multiplicador de estas transferencias sobre la actividad económica es significativo".
El informe revela que un mejor diseño de las licitaciones en Salud podría reducir el gasto público regional en medicamentos, entre un 12% y 15%.