Los hijos de Ricardo Fort tomaron una decisión con respecto al famoso Rolls Royce Phantom de su papá. Después de obtener la autorización de la Justicia -cinco años tras la muerte del excéntrico millonario, se liberaron los bienes para los herederos- , lo pondrán a la venta. Los motivos son dos: no quieren seguir pagando la costosa patente del vehículo y tampoco desean que el auto, de los más exóticos del mundo, continúe parado y deteriorándose.

Felipe hizo estas revelaciones en su cuenta de Instagram, donde respondió preguntas de sus seguidores. Muchos de ellos estaban interesados en saber el destino de la flota de Ricardo, de la que él hizo gala en su reinado como mediático. Ese Rolls Royce era la gran joyita del "Comandante" y hasta lo llevó a Showmatch en 2010, en el pico de su fama. Marcelo Tinelli se subió y le dedicó una gran parte de aquel programa al auto.

Si bien en 2015 había trascendido que el vehículo estaba a la venta y que pedían 1.5 millones de dólares en una agencia de la zona norte de Buenos Aires, esa información resultó falsa, según aclaró Felipe. El Rolls Royce nunca estuvo a la venta hasta ahora.

"Ese auto estuvo parado cinco años. Se arrancaba para que estuviera en buen estado. Después de esos cinco años, el auto fue liberado por la Justicia. Marta y yo tenemos 14, falta mucho para poder usarlo. Encima pagamos patente", explicó el adolescente.

Cuando un seguidor le señaló lo que significa ser dueño de un vehículo de estas características, Felipe continuó: "El auto se pone en mal estado. Podría esperar (a poder manejarlo) pero el auto tendría problemas".

El teen también habló de otro de los "chiches" de Fort, un Mercedes Benz SLK AMG que el chocolatero compró en 2012 para su entonces novio, Rodrigo Díaz. En el medio hubo una misteriosa movida: cuando la pareja se peleó, Fort vendió el auto y fue a parar en manos de Leo Fariña, el valijero K, que ya estaba siendo investigado por sus vínculos con la corrupción. Aunque lo manejaba Leo, el coche figuraba a nombre de Ricardo.

El millonario explicó entonces que lo había vendido en una agencia amiga y que no se había podido realizar la transferencia porque estaba inhibido por un juicio laboral. Sin embargo, parece que al final la transferencia nunca se hizo porque Felipe tiene ganas de aprender a manejar con este lujoso deportivo.

"Tiene 300 kilómetros (está nuevo). Pasa lo mismo que el Rolls, aunque me gustaría quedarme con el Mercedes", confesó. El adolescente se despidió del Rolls Royce con una foto muy canchera.