Desde la CAME afirman que solo en el 2018, el comercio ilegal realizó ventas en la provincia por una suma aproximada de 120.177 millones de pesos.
Según datos del mapa de la ilegalidad, confeccionado por la Confederación Argentina de Mediana Empresa (CAME), que releva la existencia de puestos de venta ilegal en todo el país, Mendoza tenía al cierre de 2018, unos 3071 puestos ilegales entre los que hay 33 saladitas con 2532 puestos y unos 506 manteros. Si bien durante los últimos tres años, el número de puestos ha ido en descenso, Mendoza aún se encuentra entre las provincias con más comercio ilegal del país, junto a Jujuy, Formosa y Buenos Aires.
Según CAME, solo en 2018 se habían vendido productos de manera ilegal por un monto aproximado de 120.177 millones de pesos con pérdidas para el Estado, solo en IVA, de $25.235 millones.
La expansión sostenida del comercio ilegal es desde hace varios años uno de los temas que más preocupa a comerciantes y entidades empresarias asociadas a la FEM (Federación Económica de Mendoza), quien fue la primera institución en oponerse al arribo de La Salada en el departamento de Santa Rosa.
La novedad sobre este tema es la reciente conformación de una mesa intersectorial en donde además de la FEM participan otras cámaras empresariales y referentes de distintas áreas del ejecutivo provincial, entre ellas el IDC y el Ministerio de Seguridad.
En ese ámbito se acordaron algunas acciones para combatir al comercio ilegal. Entre ellas, la FEM tendrá la responsabilidad de sumarse como receptor de denuncias las cuales podrán ser anónimas y realizarse a través de su página web o por teléfono. Esta iniciativa se complementará con otras vías alternativas para realizar denuncias, como por ejemplo el sitio www.argentinailegal.com que es administrado por CAME.
Al analizar en detalle los datos del mapa de la ilegalidad de la CAME, llama la atención que si bien existe una reducción en la cantidad de locales ilegales en saladitas, también es cierto que ha habido un incremento de la actividad de manteros y de la venta callejera.
Para algunos esto no es otra cosa que una consecuencia directa del mal momento económico que atraviesa el país, donde muchas personas acuden a estas actividades como única alternativa para poder conseguir un ingreso.
Al respecto Adolfo Brenan, prosecretario de Comercio de la FEM, aseguró que no es la intención ir detrás del pequeño vendedor, sino ir por los que están detrás de ellos y que en definitiva representan la pieza fundamental sobre la que se sostiene toda esa estructura ilegal que no solo afecta a los comerciantes y pequeñas empresas sino que además significan una importantísima pérdida de fondos económicos que el Estado deja de recaudar.