¿Por qué el malbec fue más allá de los límites conocidos? La historia y actualidad de una variedad que se convirtió en un icono, como el tango, Gardel o Maradona
Por octavo año consecutivo de la mano de Wines of Argentina se celebra el Día Mundial del Malbec en las principales ciudades del mundo y del país.
En un país en el que la tradición vitivinícola se encuentra tan arraigada en su cultura como el tango, el fútbol o el asado, el Malbec ha ganado su lugar como Embajador convirtiéndose en la bandera insignia de Argentina por antonomasia. Un varietal clásico por excelencia, ampliamente conocido por todos, que lejos de permanecer inalterable en el tiempo, se reinventa constantemente de la mano de una generación inquieta de ingenieros agrónomos y enólogos dispuestos a llevar al Malbec más allá de los límites de lo imaginable. Bajo el lema "Malbec Argentino: You know me and you don’t" esta edición pondrá el acento en la riqueza y diversidad de una variedad cuya potencialidad todavía está por descubrirse.
El Malbec World Day es una iniciativa global que busca posicionar al Malbec argentino en el mundo y celebrar el éxito de la industria vitivinícola nacional. Desde su primera edición, el 17 de abril del 2011, esta celebración ha alcanzado notable repercusión gracias al apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Corporación Vitivinícola Argentina, al encontrarse enmarcada dentro del Plan Estratégico Vitivinícola Argentina 2020.
En la última década la vitivinicultura argentina volvió su mirada al terroir para comprender su influencia sobre los vinos. Y en este ambicioso desafío, el Malbec fue la clave: se transformó en la herramienta para entender cada terroir e interpretar las diferencias. El Malbec pasó de 10 mil hectáreas a 40 mil en los 25 años que van de 1990 a 2015, alcanzando el 57% a la misma fecha del total de vino exportado. Se abrió así la puerta al descubrimiento de una gama inagotable de perfiles de Malbec asociados al terroir, a la vez que se extendió la frontera del vino hacia el oeste, en la altura, y hacia el sur y el este, buscando el frío de las latitudes australes o la influencia del océano.
Mientras que la línea de los mil metros define un estilo de Malbec con fruta madura y especias, buen cuerpo y taninos voluminosos, la nueva frontera ofrece un perfil de fruta fresca y floral, cuerpo medio a buen cuerpo y taninos jugosos, apalancados en la frescura. Todo un universo desconocido para una cepa mundialmente reconocida.
A lo largo de los años los festejos por el MWD se apoderaron por completo de las calles como una expresión artística y cultural. El mundo vibró al ritmo del Malbec que, al igual que su sabor, es indómito, intenso y vigoroso. Un varietal que ha sido comparado con la cinematografía al involucrar en su proceso de creación arte e industria. Un vino que se disfruta una y otra vez hasta volverse unclásico y llegar a convertirse en el corazón de Argentina. Sin embargo, todavía hay mucho más Malbec por descubrir: Malbec Argentino: "You know me and you don’t".
Las celebraciones globales prevén una nutrida agenda que incluye actividades conceptuales para consumidores, ferias de vino para prensa y el trade, seminarios a cargo de prestigiosos referentes de la industria, degustaciones y promociones en vinotecas y restaurantes.
¿Por qué el Día Mundial del Malbec se celebra el 17 de abril?
El origen del Malbec se encuentra en el sudoeste de Francia. Allí se cultivaba este cepaje con el que se elaboraban vinos denominados "de Cahors" por el nombre de la región, reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.
La conquista del mercado inglés fue un paso decisivo en la valoración de esta cepa en Inglaterra y en el mundo. Hacia fines del siglo XIX, la plaga de filoxera destruyó la viticultura francesa, por lo que el "Cot" cayó en el olvido dejando, sin embargo, una cultura de apreciación del Malbec ya construida.
Sobre esa base se desplegó, un tiempo después, el Malbec argentino. Esta cepa llegó en 1853 a nuestro país de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por Domingo Faustino Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de cepas como medio para mejorar la industria vitivinícola nacional. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la Legislatura Provincial, con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Este proyecto fue aprobado con fuerza de Ley por la Cámara de Representantes, el 6 de septiembre del mismo año.
A fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció de manera exponencial y, con ella el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños que proponía nuestra geografía donde se desarrolló, incluso, mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de la Argentina.
Las gestiones de Pouget y Sarmiento en la Quinta Normal de Mendoza fueron decisivas en este proceso. El 17 de abril es, para Wines of Argentina, no sólo el símbolo de la transformación de la vitivinicultura argentina, sino el punto de partida para el desarrollo de esta cepa, emblema de nuestro país a nivel mundial.