A fines de 2017, el gobierno provincial ordenó por decreto la aplicación de las UVAs (unidades de valor adquisitivo que establece el Banco Central) en los créditos que otorgaba el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). 

De ese modo, el valor de las cuotas de las viviendas sociales se empezó a ajustar de acuerdo con la inflación. Pero con dos salvedades: la suba se aplicaba cada seis meses, no cada 30 días como en los préstamos tradicionales, y sin intereses bancarios adicionales.

El impacto de la inflación tornó insostenible la continuidad de esta metodología. "Estamos trabajando en el IPV en un plan de financiamiento que no sea precisamente el UVA y que tenga una adecuación de la cuota conforme al ingreso del beneficiario de la vivienda", explicó el ministro de Planificación e Infraestructura, Mario Isgró.

El funcionario afirmó que "la variable de ajuste podría ser el costo de la construcción o el incremento de los salarios". O sea, el cambio no implicará volver a la cuota fija del pasado.

"Puede ser algo bueno porque quien paga alquiler tiene un ajuste cada tanto, queremos hacer algo parecido pero para que la gente se pague la casa propia", sostuvo Isgró. Y aseguró: "A la gente no le va a aumentar más la cuota de lo que le sube el salario".

El sistema que se está evaluando en el IPV apunta a generar programas de vivienda para la clase media. "En la actualidad se trabaja más que nada en la casa social básica, es muy poco lo que se hace de clase media", afirmó Isgró.

De la mano del endeudamiento en dólares que ha solicitado a la Legislatura, el Gobierno planea invertir buena parte de los 115 millones de dólares que ha pedido en viviendas para la clase media. Una de las ideas es que el IPV pueda dar financiamiento directo para construcción de casas en terrenos únicos.

El nuevo sistema se aplicaría tanto a los créditos que se entreguen a partir de ahora como a los adjudicatarios que firmaron convenios con indexación en UVAs. Estos suman unos 4000.

Además, el índice de aumento no sería igual para todos. "Vamos a intentar que la clase media, la clase baja y los que están por debajo de la línea de la pobreza tengan distintos índices", explicó una fuente.

Isgró agregó por su lado que la intención del Gobierno provincial es trabajar la modificación de las UVA "en conjunto con la Nación".