El mismo tiene como objetivo prohibir a los automovilistas conducir en vía pública, bajo los efectos del alcohol, con una alcoholemia superior a CERO ml por litro en sangre, esto es para toda persona que se encuentre al frente de cualquier tipo de vehículo, incluyendo bicicletas con o sin motor, motocicletas o ciclomotores. La norma también incluye a los conductores de vehículos destinados al transporte de pasajeros y de carga.

Urge tomar cartas en el asunto ya que la siniestralidad vial no muestra curvas de descenso y, en un significativo porcentaje de accidentes (según las estadísticas se trata de un 25%), las bebidas alcohólicas aparecen como causa o concausa de los mismos.
De hecho, organismos públicos como Sedronar, indican que año tras año crece la participación de personas con ingesta de alcohol en accidentes de tránsito.