La ONU advirtió que el grupo yihadista Estado Islámico (EI), pese a sus derrotas militares, continúa siendo una amenaza a nivel global y que mantiene a miles de combatientes en Irak y Siria.
El diplomático ruso presentó al Consejo de Seguridad de la ONU el último informe sobre la amenaza del EI, el primero desde que Estados Unidos anunció en diciembre pasado su intención de retirar de Siria a sus tropas desplegadas para combatir a los yihadistas.
Según la ONU, el EI conserva un mando centralizado y una importante presencia en Irak y Siria, donde se calcula que dispone de entre 14.000 y 18.000 militantes, incluidos 3.000 llegados de otros países.
El jefe de la oficina antiterrorista destacó que, ante sus pérdidas territoriales, el EI está convirtiéndose más y más en una red encubierta y que opera a nivel local y regional, pero cuyas acciones siguen guiadas en buena medida por su dirección central.
Según el informe presentado hoy, si se vuelve a dar espacio al grupo para reagruparse, "cabe prever un resurgimiento" de sus ataques, informó la agencia de noticias EFE.
En los últimos días, las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, ha seguido avanzando en su ofensiva contra los yihadistas y se acercan al momento de proclamar la victoria contra dicha organización en el país árabe.
Según Washington, se espera que esta semana pueda hacerse formalmente el anuncio de que el EI ha sido totalmente expulsado de sus últimos reductos en el noreste de Siria.
Una de las preocupaciones destacadas por la ONU es el peligro que plantean los combatientes de distintas nacionalidades que viajaron a la zona para unirse al EI y que ahora están regresando a sus lugares de origen o trasladándose a otras áreas.
En el caso de Irak, la ONU advirtió que la salida de miembros del EI de Siria con rumbo a ese país puede complicar las cosas.
Además, el grupo mantiene sus redes internacionales, con fuerte presencia en países como Afganistán y Libia, e intentos para extenderse en otras naciones africanas y asiáticas.
En términos financieros, los cálculos de la ONU apuntan a que el EI tendría unas reservas de entre 50 y 300 millones de dólares.
Aunque el grupo ha perdido acceso a recursos con sus derrotas en Medio Oriente, las células de la red siguen generando ingresos a través de actividades criminales, señaló el informe.