El Sumo Pontífice reconoció los abusos a monjas por parte de sacerdotes y obispos y dijo que trabaja para buscar soluciones contra esta situación que "viene de lejos", tras emprender el viaje de regreso de su primera visita a la península arábiga.
Además, el Papa manifestó su preocupación por el maltrato que sufren las mujeres en la actualidad.
"El maltrato de las mujeres es un problema. Yo osaría decir que la humanidad todavía no ha madurado: la mujer es considerada de segunda clase", sentenció.
En tanto, en relación a la situación de Venezuela, Francisco señaló que para interceder en el conflicto "se requiere la voluntad de ambas partes y ambas partes tendrán que solicitarla", informó la agencia Ansa.
El pontífice emprendió hoy su regreso hacia Roma al término de la primera visita de un pontífice a la península arábiga, cuna del islam, donde encabezó una multitudinaria misa en la que aseguró que "no existen cristianos de primera y segunda clase".
"Pido para ustedes la gracia de custodiar la paz, la unidad, de cuidarse los unos a los otros, con esa bella fraternidad para la cual no existen cristianos de primera y de segunda clase", dijo Francisco en la homilía de la misa al cierre de su visita de tres días a Emiratos Árabes.
En su última jornada el Papa participó del oficio con la comunidad católica local, constituida sobre todo por trabajadores inmigrantes de países asiáticos como India y Filipinas, según ANSA.
Al hablar de las Bienaventuranzas, el Papa dijo que "en ellas vemos una inversión del pensamiento común, según el cual los ricos, los poderosos, los que triunfan y son aclamados por la multitud son los bendecidos".
Antes de comenzar la misa Francisco realizó un recorrido en el "Papamóvil" descubierto entre una multitud, que previamente habían agotado las 135.000 localidades disponibles en la Ciudad Deportiva Zayed, el estadio más grande de Emiratos Árabes Unidos.
La minoría católica en ese país reúne a unos 900.000 fieles, el diez por ciento de la población, que con esta visita ve tomar impulso al mayor reconocimiento de su estatus y de la libertad religiosa ya vigente.
Al término de la liturgia, Francisco fue saludado por el vicario apostólico de Arabia Meridional, el obispo Paul Hinder.
"Hace ochocientos años San Francisco de Asís se encontró con el sultán Malik Al Kamil en Egipto. Fue un encuentro caracterizado por el respeto recíproco. De manera análoga, su Santidad vino a un país musulmán con la intención de hacer como San Francisco en 1219", dijo Hinder.
El Papa y el gran imán de Al-Azhar, máxima autoridad teológica del Islam sunita, Ahmad Al-Tayyeb, firmaron ayer un documento sobre la "Hermandad humana", una iniciativa sin precedentes que el gobierno de Emiratos Arabes Unidos buscó capitalizar políticamente, con la presencia de su primer ministro, el jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum.
El funcionario, en el ingreso al Memorial de los Fundadores en Abu Dhabi, donde se formalizó la firma, llevó de la mano tanto al Papa como al gran imán, en un gesto de claro significado simbólico.
Tras la misa masiva el Papa se dirigió al aeropuerto presidencial de Abu Dhabi, donde hubo una breve ceremonia de despedida con la presencia del príncipe heredero, jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan.