Tom Fletcher, jefe humanitario de la ONU, pidió acceso sin trabas para las ONG en la ciudad de Gaza y recordó que las órdenes de desplazamiento no eximen obligaciones bajo el derecho internacional.
La ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que la emergencia en Gaza se agrava por las restricciones al trabajo humanitario y el colapso del sistema de salud. "El personal de ayuda debe poder trabajar sin impedimentos en la ciudad de Gaza", reclamó Tom Fletcher, secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia. El funcionario subrayó que las órdenes de desplazamiento "no eximen a las partes de sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario", dado que miles de civiles siguen en la zona y deben ser protegidos.
La alerta llega tras la suspensión de operaciones de Médicos Sin Fronteras en la ciudad de Gaza (26 de septiembre) y la reubicación temporal del Comité Internacional de la Cruz Roja hacia el sur del enclave. En paralelo, la UNRWA informó 543 trabajadores humanitarios muertos desde el 7 de octubre de 2023 -304 del propio organismo-, una cifra que dimensiona el riesgo en el terreno.
Según OCHA, el desplazamiento interno continúa: en apenas 10 horas, el miércoles se contabilizaron 6.700 personas que huyeron hacia el sur. Desde mediados de agosto, se registraron más de 417.000 desplazamientos. La oficina humanitaria también reportó ataques intensos en Deir al-Balah, una zona señalada como "más segura", que alcanzaron tiendas, viviendas y un mercado, con múltiples víctimas civiles, de acuerdo con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
En su última actualización, la OMS estimó que casi 42.000 personas en Gaza viven con lesiones que cambian la vida; uno de cada cuatro es niño. Del total de 167.376 heridos desde octubre de 2023, más de 5.000 sufrieron amputaciones. El organismo describió una demanda masiva de cirugías y rehabilitación por daños severos en extremidades, médula espinal, cerebro, quemaduras, y lesiones faciales y oculares. La capacidad sanitaria, en tanto, está al límite: solo 14 de 36 hospitales están parcialmente operativos; menos de un tercio de los centros de rehabilitación funciona y ninguno a plena capacidad. En todo el enclave, hay ocho protésicos para miles de amputados.