La escalda de tensión en Oriente Próximo se multiplica por momentos. Israel ha respondido con unos intensos bombardeos a los cohetes lanzados ayer por Hamás. Y aunque estos últimos han pedido Hamás el alto al fuego, Israel no tiene intención de concedérselo.

Los ataques son cada día más violentos. El sonido de las alarmas es incesante en ambos territorios y las misiles y bombas han arrasado con varios edificios, pero estos no son los datos más alarmantes. El número de muertos asciende hoy a 62, al menos 14 de ellos menores, según las cifras oficiales y ya van 320 heridos. Esta situación pone al borde de una cuarta guerra entre Gaza e Israel.

Naciones Unidas trata ahora de frenar este nuevo episodio bélico y aunque Hamás ha pedido el alto al fuego, el Primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha negado a ello y de hecho ha confirmado que esto "es solo el principio. Les vamos a atacar con una fuerza que ni sueñan". Con estas duras y tajantes palabras, Israel eleva aún más la tensión.

¿Por qué responde Israel de nuevo?

Durante la noche de ayer martes, el incesante intercambio de fuego entre Israel y Gaza no cesó. Varios aviones de combate atacaron un edificio de catorce plantas en el territorio islamista. Después de este ataque, Hamás lanzó una nueva ofensiva de al menos un centenar de cohetes hacia el centro y el sur de Israel. Por este motivo, hoy estos últimos han vuelto a contraatacar con intensos bombardeos sobre la Franja de Gaza. Un portavoz militar de las fuerzas de Hamás ha asegurado que actualmente las tropas están actuando "bajo las mismas pautas" que en la Guerra de 2014 contra las milicias palestinas.

En este último bombardeo, Israel alcanzó varias bases de Hamás y murieron al menos 5 líderes del movimiento islamista. Por ese motivo han pedido el alto al fuego aunque los palestinos se lo han negado.