El Papa llegó a Bagdad para una visita de tres días con el lema'Todos son hermanos'.
Fuentes del Vaticano informaron a Télam que Francisco se desplazará en un auto BMW blindado a pedido del Gobierno de Irak -y proporcionado por el mismo- debido a la escalada de violencia más reciente entre el país y Estados Unidos por la que hubo un doble atentado que a fines de enero mató al menos a 32 personas. Además habrá 10.000 soldados abocados a la tarea de su seguridad.
Con el lema "Todos son hermanos" Francisco visitará la capital, Bagdad, las ciudades de Najaf y las ruinas de Ur, cerca de Nasiriyah, en el sur del país. Tanto él como su comitiva recibieron la vacuna contra el coronavirus creada por Pfizer antes de viajar a Irak.
Francisco también tendrá actividades en Erbil, en el Kurdistán iraquí, y en Mosul y Qaraqosh, también en el norte, para abogar por el diálogo interreligioso en un país donde a principios de siglo vivía 1.2 millones de cristianos y hoy sólo hay 300.000 tras persecuciones, matanzas y guerra.
"La visita tiene como uno de los objetivos primarios animar a los cristianos y plantear que hubo una comunidad que sufrió mucho, fue perseguida y discriminada", dijo a Télam el cardenal Fernado Filoni, ex Nuncio de la Santa Sede en Irak entre 2001 y 2006.
Francisco llegó a Bagdad cerca del mediodía y fue recibido en el aeropuerto por el primer ministro de Irak, Mustafa Al-Kadhimi, para luego reunirse con el presidente, Barham Salih en el Palacio Presidencial de Bagdad.
Durante ese encuentro el jefe del Estado Vaticano pidió "que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local" , y recordó que "en las últimas décadas, Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas".
"La diversidad religiosa, cultural y étnica que ha sido uno de los distintivos de la sociedad iraquí durante milenios es un recurso precioso, no un obstáculo a eliminar. Irak está llamado hoy a mostrar a todos, especialmente en Medio Oriente, que la diversidad, en vez de dar origen a conflicto, debería conducir a una cooperación armoniosa de la vida en sociedad", agregó.
De cara a la "reconstrucción" del país, el Papa resaltó especialmente el rol de los jóvenes, a quienes llamó "la esperanza del futuro", en un país en el que el 60% de la población es menor de 25 años, y uno de cada tres está desempleado.
Francisco visitó luego la Catedral de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad, blanco en 2010 de un atentado del grupo Estado Islámico (EI) que provocó más de 50 víctimas.
El Papa calificó a los jóvenes como "la esperanza de un futuro mejor" en su discurso frente al presidente pero cuando estuvo reunido con obispos y sacerdotes en la catedral de Bagdad les dedicó una parte significativa de su intervención.
"Pienso particularmente en los jóvenes. En todas partes son portadores de promesa y de esperanza, y sobre todo en este país. De hecho, aquí no hay solamente un patrimonio arqueológico inestimable, sino una riqueza incalculable para el porvenir: ¡son los jóvenes! Son su tesoro y hay que cuidarlo, alimentando sus sueños, acompañándolos en el camino y reforzando su esperanza", aseguró frente a unos 100 miembros del clero de Irak.
papa francisco irak bagdad viaje.jpgEl Papa aprovechó la presencia de obispos y sacerdotes locales para hacer un nuevo llamado a separar la religión de la violencia extremista: "La incitación a la guerra, las actitudes de odio, la violencia y el derramamiento de sangre son incompatibles con las enseñanzas religiosas", planteó tras recordar a los 48 fieles cristianos asesinados en el ataque, que están en proceso de ser declarados "mártires" por el Vaticano.
El Papa recordó también a la minoría yazidí, que sufrió "atrocidades sin sentido" por parte del Estado Islámico en 2014.
Al terminar las actividades oficiales de su primer día en el país, el pontífice se reservó la media hora previa a la cena para recibir a un grupo de jóvenes de la fundación pontificia Scholas Occurrentes, a quienes animó a trabajar en la reconstrucción de Irak a través de la educación.
Para el sábado 6 de marzo se espera que Francisco llegue a las 5.30 a la ciudad de Nayaf, a 150 kilómetros al sur de Bagdad, para una visita al gran ayatollah Ali al Sistani, de 90 años, que es considerado una de las personas más influyentes del país.
También el sábado, Francisco encabezará un rezo interreligioso en las ruinas de la ciudad de Ur, considerada según la interpretación más difundida de la Biblia como el lugar de origen del patriarca Abraham, unidad entre cristianos, judíos y musulmanes.
El domingo 7 de marzo Francisco visitará Erbil, capital del Kurdistán iraquí y símbolo del refugio de los cristianos y de acogida de sirios, además de Mosul, un ícono de la reconquista del territorio tras la ocupación de EI, y Qaraqosh, considerada la ciudad cristiana más grande de Irak, en la llanura de Nínive.
En esta última, los cristianos están comenzado a volver a instalarse de manera lenta y cauta, tras los asesinatos y persecuciones sufridos durante la presencia del grupo yihadista, entre 2014 y 2017.