Este martes a comenzado en el Senado de Estados Unidos el segundo "impeachment" o juicio político al expresidente Donald Trump, un proceso histórico por tratarse de la primera vez que se aplica un segundo impeachment a un presidente estadounidense, y también por ser la primera vez que se trata de un presidente fuera de su cargo.

El asalto al Capitolio el pasado 6 de enero en el que seguidores del expresidente tomaron el Congreso en el día que se confirmaba la victoria electoral al demócrata Joe Biden, ha marcado un antes y un después en la salida de la Casa Blanca de Trump. Ese día, el magnate incitó a sus seguidores a luchar "con todas sus fuerzas" o de lo contrario se quedarían sin su país.

Qué se le imputa

La resolución imputa al presidente un delito de "incitación a la insurrección" que le costó la vida a cinco personas y sumió al país en una crisis sin precedentes a apenas 10 días del cambio de ejecutivo. La institución también considera que el exmandatario incitó el ataque de la turba sobre el Congreso y que, con ello, puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones de gobierno, amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió con el traspaso pacífico del poder y puso en peligro a una rama de gobierno equivalente.

Qué debe ocurrir para que haya condena

Para lograr una condena en contra de Donald Trump hace falta el voto favorable de dos tercios de los senadores, es decir, que 67 de los 100 senadores deben respaldar esta decisión.

Actualmente, la Cámara está dividida en dos bloques iguales de 50 senadores por cada partido, lo que exigiría que 17 miembros de la bancada republicana votaran junto a todos los demócratas en contra de Trump.

La presidenta de la cámara alta es la vicepresidenta Kamala Harris, según lo establece la Constitución de ese país, y puede ejercer su voto de calidad en caso de empate.

¿Trump candidato en 2024?

En el caso de que Trump resulte condenado, el Senado podría acordar hacer una segunda votación para prohibirle ocupar cargos públicos en el futuro, algo que pondría fin a sus opciones de volver a competir por la presidencia en 2024 como esperan algunos de sus partidarios.