El ex presidente se enfrenta otra vez con la posibilidad de un juicio político.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos enviará el lunes próximo al Senado la acusación contra el expresidente Donald Trump, lo que dará inicio a su juicio político por incitación al reciente ataque de cientos de sus partidarios contra el Congreso.

En una intervención en el Senado, el jefe de la bancada demócrata, Charles Schumer, dijo que la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, lo notificó del envío el lunes de la acusación contra Trump de "incitación a la insurrección".



El líder de los republicanos en el Senado propuso ayer aplazar el juicio a febrero, pero el anuncio parece indicar que comenzará la semana próxima, porque la Constitución dice que debe empezar la tarde del día siguiente a aquel en que llega la acusación.

De todos modos, el cronograma aún no está claro.

En un comunicado, el jefe de la bancada republicana en el Senado, Mitch McConnnel, planteó unos tiempos más flexibles para el proceso que los habituales, comenzando con una primera fase tras la recepción de la acusación.

Luego de eso, el Senado daría al equipo de abogados del presidente y a los "fiscales" de la Cámara de Representantes -encargados de defender la imputación ante la Cámara Alta- dos semanas para preparase.

Los testimonios comenzarían, de llegar a un acuerdo en torno a esto, recién a mediados de febrero.

La Cámara Baja aprobó la semana pasado la acusación contra Trump por haber incitado a la multitud de sus seguidores que el 6 de enero atacó el Capitolio mientras los legisladores certificaban el triunfo electoral del presidente Joe Biden, que asumió esta semana.

"Habrá juicio. Será un juicio completo, un juicio justo", dijo Schumer, citado por CNN.

Trump es el único presidente de Estados Unidos sometido a dos "impeachment" luego de su absolución el año pasado por haber presionado al presidente de Ucrania para que investigara a Biden y su hijo.

Algunos senadores republicanos dicen que es inconstitucional iniciar juicio político a un expresidente.

Una demora del proceso podría ser bien recibida por algunos líderes demócratas, ya que daría al Senado más tiempo para confirmar a los nominados por Biden para cargos clave del gabinete y debatir una nueva ley de ayuda económica por el coronavirus.