Un aberrante crimen mantiene consternada a la opinión pública inglesa y de parte de Europa. Una nena de 19 meses murió después de ser atada a una cama en condiciones deplorables. La pequeña, identificada como Ellie-May Minshull-Coyle murió después de ser obligada a dormir con ligaduras apretadas en el pecho y las piernas.

De acuerdo a los primeros datos, la madre de la bebé, Lauren Coyle (19) culpó a su novio Reece Hitchcott (20) por semejante hecho. Ambos convivían desde diciembre de 2016, en el pueblo de Lostock Hall en Lancashire, Inglaterra.

La nena murió el 23 de marzo del 2017 y ahora llegó a juicio en el Tribunal de la Corona de Liverpool. El padre biológico de la bebé, Minshull, afirmó que Reece había usado correas de velcro para atar los tobillos de su hija y que tras la muerte de ella, él tiró todo lo que podía complicarlo judicialmente.

Por su parte, en el juicio los médicos indicaron que en las muñecas y los tobillos de la víctima habían marcas lo que indicaba que habían sido atados unidos y su posición para dormir detuvo su respiración adecuadamente, lo que finalmente causó su muerte.

La mamá de la bebé dijo a la policía que Hitchcott comenzó a atar a su hija a la cama para "ayudarla a establecerse en una rutina de sueño", aunque no lo aprobó.

Según publicó The Sun, la cama de la nena había sido empujada contra una pared y encerrada a los lados con listones de un catre amarrado con flexión eléctrica de una lámpara. Las sábanas y la ropa de cama también se colocaron a los lados de la "jaula monstruosa" para evitar que viera su habitación, que no tenía luz.