"La verdad es que estamos muy maltratados de los pies por el tipo de zapatos, y por eso estamos descansando para mañana seguir", explicó hoy a la agencia EFE Reyna Elisabeth Cumala Rodríguez, una salvadoreña de 49 años que busca emigrar por la pobreza y forma parte de esta caravana con más de 7.000 personas, en su mayoría procedentes de Honduras.

La caravana, que partió el 13 de octubre de San Pedro Sula (Honduras), descansaba hoy todo el día en Huixtla, en el suroriental estado mexicano de Chiapas, luego de una larga caminata de más de 35 kilómetros el lunes desde Tapachula, en el mismo estado.
Irineo Mujica, dirigente de la ONG Pueblo Sin Fronteras, explicó que este martes es de descanso -el primero durante la travesía- y que además se recordará al joven muerto ayer en la carretera cuando cayó de un tráiler que le ofreció transporte, siendo el primer fallecido oficial de la caravana.
"Mañana descansados, a las cinco de la mañana, se puede avanzar y llegar a un lugar que se llama Mapastepec", informó Mujica, en un mensaje que transmitió por megáfono a centenares de migrantes que pernoctaron en la plaza central.
Mapastepec está a casi 70 kilómetros de Huixtla, por lo que de cumplirse los planes, la jornada de mañana sería muy dura, el doble de la del lunes.
El descanso "es una muy buena decisión porque hemos caminado bastante y los niños también. Ellos sí tienen problemas, los grandes aguantamos más", señaló a EFE Sergio Omar Ramírez, de 19 años y natural de Ocotepeque (Honduras).
Los migrantes que avanzan por el estado de Chiapas camino a Estados Unidos reciben ayuda de centenares de mexicanos que se acercan con comida, agua, medicamentos o ropa.
Al llegar a Huixtla sumaron la ayuda de autoridades municipales que les ofrecieron dos centros deportivos parcialmente cubiertos; organizaciones como la Cruz Roja -que no ha dejado de repartir litros y litros de agua durante la caminata- y congregaciones religiosas.
Según el refugio para migrantes del municipio de Suchiate, fronterizo con Guatemala, 7.125 personas entraron a territorio mexicano el pasado fin de semana, de los cuales había unas 1.500 mujeres, 1.500 niñas y 900 niños.
No obstante, los migrantes presentan varios problemas de salud, sobre todo deshidratación, dolores musculares e infecciones en la piel. Algunos de ellos son atendidos por asociaciones civiles, religiosas o paramédicos, que les ofrecen atención básica.
La muerte del joven hondureño también ha desanimado a varios de los presentes.
"Estamos entre la espada y la pared y sabemos que todo el mundo quiere avanzar, pero también sabemos que hoy estamos de luto y por el honor de esta persona honramos su vida y sus sueños", agregó Mujica.
La mañana comenzó para muchos migrantes con la mano derecha en alto y rezando al unísono un padrenuestro en homenaje al muchacho hondureño fallecido.
La caravana de migrantes ha generado tensión entre México y Estados Unidos.
El presidente Donald Trump ha advertido que "la Policía mexicana y los militares son incapaces de parar la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos", y aseguró que criminales y desconocidos de Medio Oriente están mezclados entre los migrantes centroamericanos.
Su colega mexicano, Enrique Peña Nieto, señaló que si los migrantes no se apegan a la ley "difícilmente" podrán cumplir su objetivo de llegar a Estados Unidos o quedarse en México.
Por su parte, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pidió que se respeten los derechos de los migrantes en su paso por el país y afirmó que ofrecerá visas de trabajo a partir del 1 de diciembre, cuando asuma el cargo.