Un "ataque a gran escala" fue confirmado por Israel, sus objetivos fueron militares iraníes y sirios apostados en Siria. La operación se produjo luego que Israel  interceptara el martes cuatro proyectiles lanzados desde el país vecino.

El resultado del ataque israelí fue la muerte de 11 milicianos iraníes y soldados del Ejército sirio que se encontraban en posiciones de la Fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, a las afueras de Damasco, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La acción israelí destruyó almacenes de armas y munición de Al Quds, así como uno de sus campamentos, según el Observatorio.

El Ejército israelí responsabilizó a Siria por los ataques en su territorio y advirtieron  que, de llevar a cabo o permitir acciones hostiles contra Israel, la respuesta será severa. El anuncio del Ejército de Israel representa una de las pocas veces en que este reconoce públicamente un ataque puntual.

Las autoridades israelíes consideran a Irán como un enemigo acérrimo y una amenaza para su existencia, y ha atacado estos últimos años objetivos iraníes y de sus milicias aliadas en Siria, donde la República Islámica es aliada del régimen de Bachar al Asad.

Condena rusa

Rusia es uno de los primeros países que condenó el ataque aéreo lanzado por Israel, advirtiendo que este tipo acciones solo agravan las tensiones en la región.

"Los ataques contra el territorio de un Estado soberano se contradicen con el derecho internacional y conducen a una escalada de la tensión", declaró a la agencia Interfax el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Mijail Bogdanov al comentar la incursión israelí.