El presidente chino, Xi Jinping, advirtió este lunes que terminará "con el cuerpo aplastado y los huesos rotos" quien intente alguna actitud separatista en cualquier región del país, según publicó la edición digital del estatal Diario del Pueblo, en abierta alusión a las manifestaciones pro-demoracia en Hong Kong.

"Quienquiera que intente actividades separatistas en cualquier parte de China terminará con el cuerpo aplastado y los huesos rotos, y cualquier fuerza externa que apoye esos intentos será considerada por el pueblo chino como quimérica", advirtió el mandatario durante una visita a Nepal este fin de semana.

Xi hizo estas declaraciones al cumplirse 19 semanas desde el inicio de las manifestaciones de protesta en Hong Kong, a las que el gobierno de Beijing considera alentadas por fuerzas extranjeras.

Las protestas comenzaron en rechazo a un proyecto de ley de Extradición de ciudadanos locales a China continental, pero derivaron en manifestaciones masivas en reclamo de una apertura democrática, en protestas cada vez más violentas.

Van ya varias marchas en las que se registran violentos choques entre los manifestantes y la Policía de Hong Kong.

Los manifestantes han escalado su nivel de violencia al punto de "poner vidas en peligro de muerte", advirtió la policía de Hong Kong este lunes, luego de que una pequeña bomba explotara y un oficial fuera apuñalado durante enfrentamientos en la noche del domingo.

Las manifestaciones pacíficas descendieron en un caos en la ex colonia el domingo con escaramuzas entre los manifestantes y la policía en los centros comerciales y en las calles.

Activistas vestidos de negro arrojaron 20 bombas molotov en una estación de policía, mientras que otros destrozaron locales comerciales y estaciones del subte.

Pedido de ayuda internacional

Las marchas siguieron este lunes. Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles del centro de Hong Kong para reclamar a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, que apoye su movimiento de protesta.

Los manifestantes instaban a los representantes electos estadounidenses a votar una ley que permitiría sancionar a los dirigentes chinos, a quienes acusan de interferir en la política del territorio semiautónomo, presa de una crisis sin precedentes.

El "Hong Kong Human Rights and Democracy Act" ("Ley sobre los derechos humanos y la democracia en Hong Kong") podría ser votado a partir de esta semana por la Cámara de representantes de Estados Unidos.

El texto implicaría una revisión anual del estatus particular que Estados Unidos otorga a Hong Kong en términos comerciales y que podría prever sanciones contra responsables chinos.