En unas elecciones marcadas por el hecho de que los dos partidos que forman el gobierno, la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas, irán en listas separadas, 17 propuestas buscarán repartirse las 76 bancas que le corresponden a Italia, 73 inmediatas y otras tres que le asignarán una vez que se formalice el Brexit.

Con la derechista y euro-crítica Liga como favorita de la mano del discurso de soberanista de Salvini, en los comicios hay también espacio para propuestas menos tradicionales y que no tienen representación parlamentaria en la política interna.
Además del regreso a la arena electoral del tres veces premier SIlvio Berlusconi, las elecciones también tienen entre sus competidores a actores no tradicionales como el Partido Pirata, a los animalistas y a los verdes.
Según las últimas encuestas, la Liga de Salvini podría obtener más del 30% de los votos, en lo que el propio vicepremier definió como "un plebiscito" para su gestión basada en la lucha a la inmigración.
Tras la Liga, según los sondeos previos, se ubican el Cinco Estrellas, el centro-izquierdista Partido Democrático y, más lejos, la Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, quien vuelve a ser candidato tras más de seis años de inhabilitación por una causa por fraude fiscal.
Durante la campaña, Salvini buscó posicionarse como referente de los partidos soberanistas europeos y, sin llegar a plantear la salida del bloque, hizo eje en un discurso crítico de Bruselas, de los bancos y a favor de "endurecer" las fronteras europeas.