"Los enemigos deben saber que el Ejército iraní vigilará en todo momento sus conspiraciones y aventuras, especialmente las de la administración de Estados Unidos", aseguró el jefe del Estado Mayor en un discurso, recogido por la agencia oficial IRNA.

Baqerí instó a los iraníes a movilizarse con las Fuerzas Armadas y a estar en "alerta máxima" para poder "contrarrestar la arrogante y faraónica amenaza de Estados Unidos".
Estados Unidos decidió recientemente desplegar en el Golfo Pérsico el buque de asalto anfibio USS Arlington, misiles Patriot, el portaaviones USS Abraham Lincoln y bombarderos.
Según explicó el Pentágono, lo hicieron tras recibir advertencias de sus servicios de inteligencia por posibles amenazas por parte de Irán. Washington nunca explicó qué tipo de información ni qué tipo de amenazas.
Baqerí rechazó estas acusaciones y calificó a las declaraciones del Pentágono como "una guerra ilusoria y psicológica" que pretende intimidarlos, reportó la agencia de noticias EFE.
Hoy, el secretario de Defensa estadounidense en funciones, Patrick Shanahan, ratificó la posición de su gobierno e, incluso, habló de la posibilidad de enviar más tropas a la región, ante la lluvia de advertencias y amenazas de Irán.
"Tenemos el derecho de proteger a nuestras tropas", explicó Shanahan ante la prensa, pero no quiso dar detalles sobre cuántos militares enviarían ni cuándo.
En las últimas horas, algunos medios locales especularon con el envío de entre 5.000 y 10.000 soldados como refuerzos, pero Shanahan negó categóricamente que el despliegue pueda ser tan grande.
Actualmente, miles de soldados estadounidenses están desplegados bajo el Mando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Siria, Irak y Afganistán, además de en bases militares en Qatar y Arabia Saudita.
Pese a la escalada verbal y militar de las últimas semanas, tanto el gobierno estadounidense como el iraní sostienen que no buscan una guerra, pero siempre aclaran que están listos para defenderse si son atacados.