El secretario general de la ONU, António Guterres, se quejó hoy de la falta de voluntad política de los Estados para combatir el cambio climático y anticipó que pedirá ayuda internacional durante la cumbre del G20 para garantizar un fondo de ayuda para el "dramático" éxodo de venezolanos.
Guterres describió la situación del impacto del cambio climático y criticó la falta de voluntad política y las dificultades para aplicar las medidas acordadas en el Acuerdo de París, de 2015, firmado el año siguiente por 195 países.
El secretario general explicó que en la reunión que se realizará en unos días en la ciudad polaca de Katowice, la COP 24, se pedirá a los Estados que sean capaces de plantear cuestiones concretas para reducir las emisiones de carbono.
"Las energías renovables ya son competitivas", subrayó el diplomático y destacó que sin embargo "se siguen subsidiando los combustibles fósiles".
Uno de los objetivos de Guterres para esta cumbre del G20 es hacer énfasis en la lucha contra el cambio climático, un tema sensible que ya provocó una división en el encuentro presidencial del año pasado en Alemania y que promete un debate tenso en los próximos días, principalmente por la postura opuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por otro lado, Guterres se refirió al éxodo de venezolanos que escapan de la crisis económica en su país y que, según la ONU, ya sumaron más de 2,3 millones este año. La mayoría se instalan en Colombia y, en menor medida en Chile, Brasil, Perú, Ecuador y Argentina.
El diplomático portugués aseguró que todas las agencias de la ONU están involucradas en un mecanismo de coordinación "para dar una respuesta a un flujo muy dramático de venezolanos" que se están desplazando por la región.
"Vamos a hacer un llamado internacional para garantizar los fondos necesarios para hacer llegar la ayuda humanitaria a los venezolanos", anunció Guterres, en declaraciones a Télam, en la víspera del inicio de la cumbre del G20.
Asimismo, se refirió a la situación migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, donde una caravana de miles de personas procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala, aguarda para entrar a Estados Unidos.
"Estamos creando las condiciones para que haya un respeto de la legislación internacional sobre refugiados y, al mismo tiempo, (que haya) una posibilidad de encontrar soluciones a un problema muy complejo", explicó.
Sin embargo, aclaró que las agencias de la ONU no pueden desconocer "el derecho de los Estados a definir su política migratoria".
"Tienen que manejar de forma responsable su frontera pero también deben hacerlo con respeto a la protección de los más vulnerables", aseveró.
Pese a que la agenda del secretario general de las Naciones Unidas es muy amplia, el portugués destacó la crisis humanitaria en Yemen, el país más pobre del mundo árabe y escenario de una de las peores guerras del mundo, que incluye a la poderosa Arabia Saudita y sus socios de la región, aliados de Al Qaeda y el movimiento hutí, aliado de Irán.
Guterres aseguró que está "totalmente comprometido a propiciar conversaciones de paz lo antes posible”, aunque no quiso anticipar ninguna fecha por temor a que no sucedan.
Además, expresó "su interés vital" en mantener, en el marco del G20, una reunión con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, gobernante de hecho y ministro de Defensa de ese reino del Golfo Pérsico, que bombardea y bloquea Yemen desde 2015.
"Yo estoy completamente disponible para discutir con todas las autoridades sauditas, con todos los niveles, lo que sea necesario; incluso también con los otros protagonistas", afirmó.