Por un lado, fue profanado el sagrario de un templo mientras que realizaron pintadas ofensivas en otros dos de esa ciudad del sur santafesino.
El sagrario de la parroquia San José Obrero fue profanado en las últimas horas, donde se robaron el copón y tiraron las hostias consagradas al suelo, mientras que las iglesias de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol fueron víctimas de pintadas ofensivas en sus frentes.
En tanto, los tres templos pertenecen a la arquidiócesis de Rosario.
Los ataques se produjeron días después de que el Concejo Municipal de Rosario aprobó una norma para que se retiren figuras religiosas de edificios e instituciones públicas.
El sagrario de la parroquia San José Obrero, de Barrio Alberdi, fue profanado por desconocidos que violentaron su puerta, robaron el copón y tiraron las hostias consagradas por el suelo, denunció el párroco, presbítero Fabián Monte.
Mientras que la parroquia Nuestra Señora de la Merced, cuyo párroco es el presbítero Walter Kuhry, apareció con pintadas ofensivas tanto en su puerta principal como en paredes laterales.
"Rebaño no mantenga pedófilos ni este engaño", escribieron los atacantes con pintura en aerosol negra, indicó la agencia Aica.
Las autoridades eclesiásticas denunciaron también otro ataque con pintadas en la parroquia San Pedro Apóstol de Granadero Baigorria.
Tras el ataque al templo, el presbítero Kuhry escribió una reflexión en Facebook: "Un grito así, en la pared, siempre es un grito. Un grito que se escribe con dolores, que se escribe con el puño, con color de desencanto".
"Pero esa pared no golpea porque es la casa de todos. De los heridos y de los enojados, de los violentos y de los violentados", manifestó.
Agregó en referencia a la Virgen que "detrás de esa pared…Ella, la de los ojos inundados de amor, por los que escriben, por los que gritan, por los que lloran, por los que callan, por los que piden, por los que aman…Todos hijos…no hay mejor reparación que amarnos".