La ocupación de las camas de terapia intensiva en la provincia de Buenos Aires y el posible colapso del sistema sanitario es una de las cuestiones que más preocupa al gobernador Axel Kicillof.

Este jueves desde la Provincia afirmaron que ya se registraron casos de centros de salud que colmaron su capacidad de unidades intensivas y debieron derivar pacientes hacia otros municipios. Según explicó Juan Riera, director provincial de Hospitales bonaerenses, esto ocurrió tras la explosión de positivos en Villa Azul, el asentamiento ubicado en el límite entre Quilmes y Avellaneda.

"Hemos tenido centros de salud que han completado su capacidad y después se derivó. Por ejemplo el hospital de Wilde y el Fiorito, en Avellaneda. En un momento se llegó a cubrir el 100% de las camas", sostuvo en diálogo con La Red.

El miércoles, TN.com.ar reveló que buena parte de los pacientes de Villa Azul fueron derivados al municipio de Almirante Brown.

"La ocupación en esta última semana y media aumentó de manera muy importante. En el conurbano veníamos con un promedio por debajo del 40 por ciento y ahora estamos arriba del 65 por ciento. Pero esto es el promedio. Hay hospitales que tienen el 85 o el 90% ocupado y ya hemos tenido algunos con su capacidad completa, como el de Wilde y el Fiorito, en Avellaneda", detalló el funcionario.

Riera informó que luego de esas derivaciones bajó el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva pero detalló que la situación es compleja. "Esta suerte de relajamiento de la movilidad provocó un aumento en internados que casi no se veían en la fase más estricta de la cuarentena, como los politraumatismos y otras patologías que derivan de la accidentología", agregó.

En este sentido, el funcionario dijo que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) debe volver a un "modelo de cuarentena más estricta" ya que el índice de contagio sube y no se detiene.

"Hoy cada infectado contagia a dos personas, necesitamos aplicar medidas que puedan disminuir esa cifra. Esa medida es más aislamiento", cerró.