Los vuelos de cabotaje comenzarán a operar a partir de la segunda quincena de julio, con servicios entre provincias y también desde y hacia Buenos Aires y en esa primera etapa todas las operaciones estarán concentradas en el aeropuerto internacional de Ezeiza, debido a que el Aeroparque Jorge Newbery estará cerrado por obras y El Palomar mantiene su situación de indefinición, confirmaron fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación.
“Estamos elaborando un cronograma con Aerolíneas Argentinas que procuraremos validar mañana con el Ministerio de Salud para la realización de vuelos regulares semanales, que no tendrán las frecuencias de la normalidad pre pandemia, pero la idea es contar con entre 32 y 38 vuelos semanales”, detallaron las fuentes y aclararon que la apertura será “para todas las compañías”.
Explicaron que “en esta etapa todos los vuelos operarán desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, debido a que Aeroparque aún estará cerrado por obras y en El Palomar tenemos una situación aún no resuelta porque por un lado hay un pedido de la concesionaria de trasladar las operaciones a Ezeiza, debido a la escasa actividad y por el otro todavía está pendiente una cuestión judicial”.
En lo que hace a Aeroparque, las fuentes indicaron que “aprovecharemos el parate de la pandemia para realizar obras pendientes, como la ampliación de la zona de posiciones de los aviones y la refacción de la pista de aterrizaje. Estas obras estarán licitadas en 15 días y el tiempo de ejecución será de 120 días, por lo que estimamos que para diciembre estará nuevamente operativo, ya en su condición de regional, como era hasta abril del 2018, pero sumando a Perú”.
Volviendo sobre la situación de El Palomar, argumentaron que en el Ministerio no ven como “razonable” que coexistan tres aeropuertos para Buenos Aires, ya que, si bien admitieron que en cuanto a infraestructura logística es conveniente debido a la conectividad por ferrocarril, en cuanto a lo que tiene que ver con la operación aérea "es negativo”.
Sobre la situación de las compañías de bajo costo que estaban operando en El Palomar y la diferencia de costos operativos entre esa estación aérea y Ezeiza, apuntaron que están “estudiando conformar un sector low cost en Ezeiza, con costos operativos similares a los de El Palomar y además, vamos a procurar reforzar la conexión terrestre con el aeropuerto sumando servicios que posibiliten un traslado funcional a las necesidades de los pasajeros”.
Ratificaron las fuentes que habrá “un solo protocolo de seguridad para todas las aerolíneas”, algo sobre lo cual “Aerolíneas Argentinas ya ha avanzado mucho, ya que lo está poniendo en práctica con sus vuelos especiales y que brinda seguridad al pasajero” y señalaron que, dentro de este protocolo, está contemplado que la capacidad de los aviones se ocupe en hasta un 70 por ciento, para lo cual están trabajando con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), para su implementación.
“De cualquier manera -advirtieron- no consideramos que, en esta primera etapa de la reapertura, los viajeros alcancen ese porcentaje, ya que la gente tendrá que recuperar la confianza en volar y para eso debemos seguir trabajando con las aerolíneas, con los prestatarios de los aeropuertos para asegurar que no haya propagación del virus”.
En ese sentido puntualizaron que “no hemos tenido caso de contagios en los vuelos que se están realizando. El problema no es el viaje en sí, si no desde donde a donde se viaja y las condiciones existentes en ese lugar. Por eso seremos muy cuidadosos en esta reapertura con los destinos para evitar que después tengamos que dar marcha atrás”.
Plantearon su “confianza” en el futuro de Aerolíneas Argentinas, debido a que “cuando esto finalice y se vuelva a la normalidad, la situación del mercado aerocomercial será totalmente diferente a lo que era y estamos trabajando con las autoridades de Aerolíneas para hacerla más eficiente en ese momento”.
“Se está hablando con los empleados para lograr contar con más y mayores frecuencias con el mismo plantel, lo que la haría más eficiente y reduciría los aportes del Estado para su funcionamiento. El año pasado la compañía requirió 500 millones de dólares, cuando la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), necesita 100 millones por año para el equipamiento de los aeropuertos”, recalcaron.
Afirmaron que “este período sin operaciones nos ha permitido poner los aviones de la empresa en condiciones, haciéndole el mantenimiento que necesitaban, por lo que Aerolíneas está en condiciones de comenzar a operar ya. Para el futuro se buscará crecer en las operaciones de cabotaje y regional y se analizarán las rutas internacionales en función de la realidad con la que nos encontremos cuando se vuelva a la normalidad total, algo que estimamos recién ocurrirá el año próximo”.
Finalmente, insistieron con la necesidad de ir analizando la situación a medida en que se va avanzando en los pasos previstos, porque “hoy estamos viendo cómo en Europa se está relajando la situación de a poco y suponemos que eso va a llegar también aquí en no mucho tiempo, pero no debemos apresurarnos y dar pasos seguros para evitar complicaciones” y se mostraron “optimistas” para que la propuesta del retorno de los vuelos de cabotaje “prospere y se cristalice en la fecha que tenemos previsto”.