El fiscal General de Dolores aseguró que las cámaras de seguridad grabaron un auto muy similar al de la familia del acusado.
Pablo Ventura, el último de los detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, declaró no haberle pegado a la víctima ni haber estado allí, pero la fiscal Verónica Zamboni no le creyó, por eso seguirá en prisión de manera preventiva.
La familia de Pablo había anunciado el lunes que aportaría un video para demostrar que el joven no estuvo en Villa Gesell sino en Zárate, su ciudad natal. Pero el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, aseguró en que no lo entregaron.
En cambio, el fiscal Escoda reveló que los investigadores tienen en su poder otro video que comprometería a Pablo. Se trata de una filmación sobre un auto que habría realizado el trayecto entre Villa Gesell y Zárate después del crimen.
"Este es uno de los elementos de prueba sobre este imputado", afirmó Escoda. "Tenemos filmaciones de un vehículo desde el lugar hasta Zárate, donde se lo detuvo, es un vehículo de iguales características", insistió el fiscal.
El abogado de Pablo tiene razón: Jorge Santoro dijo en TN que una persona no puede estar dos lugares al mismo tiempo. La fiscalía sostuvo que Ventura estuvo en Villa Gesell, pero la familia juró que permaneció en Zárate.
Aunque el papá y el abogado de Ventura adelantaron que ofrecerían como prueba esa grabación, el fiscal informó que "ese video no está incorporado en la causa" y relativizó: "Nosotros fuimos al restaurante, pero el dueño dijo que no lo tiene y que el que tiene la clave para acceder a la cámara se fue a Brasil".
Mientras tanto, los investigadores esperan los resultados de dos medidas urgentes adelantadas el domingo: pidieron un análisis de las antenas de los teléfonos y el tránsito en los peajes de la autopista para certificar si el acusado estuvo en Villa Gesell.
Hasta entonces, Pablo Ventura, el remero y último detenido, continuará en prisión al igual que los diez rugbiers arrestados tras el crimen.