El rapero Kendrick Lamar y el rockero Lenny Kravitz ofrecieron anoche un lujoso cierre de la 6ta. edición del festival Lollapalooza, que se realizó en el hipódromo de la localidad bonaerense San Isidro, con dos propuestas distintas en donde chocaron lo clásico y lo moderno.

El rapero, ganador del premio Pulitzer por su disco "Damn", brindó un verdadero festival de la palabra, acompañado por una exquisita puesta, en donde sobresalieron las diversas capas de sonido.

Por su parte, el carismático Lenny Kravitz repasó sus grandes éxitos como "Fly away", "Believe", "Let love rule", "American woman", "Always on the run" y "Are you gonna muy way", junto a una soberbia banda, de hipnóticos grooves, espíritu soulero y músculo rockero.

Entre ambos, lograron que el festival contara con un cierre de lujo y evidenciara las variadas propuestas estilísticas que caracterizaron a esta edición.

Como prueba de ello, antes había pasado por el escenario el brasileño Caetano Veloso con sus hijos Moreno, Tom y Zeca. En un plan familar e intimista, echaron mano a inolvidables canciones como "Trem das cores", "O leaozinho" y "A tua precensa", entre otros.

En un despliegue de simpatía y buen gusto, los Veloso se hicieron tiempo para criticar al actual presidente de Bray Jair Bolsonaro y terminar sambando al ritmo de "How beautiful could ir be being?".