La Argentina presentó formalmente su defensa ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York para mantener la suspensión de la entrega de acciones de YPF, dispuesta por la jueza Loretta Preska. El país solicitó que esta interrupción se extienda durante todo el proceso de apelación de fondo, evitando así cumplir el fallo mientras continúe la disputa legal.

La presentación, difundida por el analista Sebastián Maril, critica duramente el fallo de Preska y resalta su contradicción con la postura del propio Departamento de Justicia de Estados Unidos, que había advertido sobre los riesgos diplomáticos y jurídicos que implicaría avanzar con la ejecución.

Argentina alertó que concretar la entrega de las acciones sin esperar la resolución final provocaría un daño irreparable, dificultando cualquier marcha atrás en caso de una sentencia favorable. También subrayó que una medida de ese tipo afectaría la soberanía, las relaciones bilaterales y el control estatal de la principal empresa energética del país.

En los casos Petersen/Eton Park y Bainbridge, la defensa argentina sostuvo que:

• La orden de entrega viola la inmunidad de ejecución reconocida por la Ley de Inmunidades Soberanas de EE.UU.

• Las acciones de YPF no están en territorio estadounidense ni fueron utilizadas para actividades comerciales en ese país.

• La ley argentina prohíbe su venta sin la aprobación del Congreso, lo que impide riesgos de "disipación".

• La ejecución de la medida afectaría a terceros, como los accionistas de YPF y el pueblo argentino.

La Corte definirá en las próximas horas si acepta el pedido argentino de mantener la suspensión o si permite avanzar con el fallo de Preska.