La presión alcista se manifestó en el dólar mayorista, minorista (Banco Nación lo cerró a $1.205) y en los dólares financieros, como el MEP y el CCL, pese a la colocación del BONTE 2030 por u$s 1.000 millones y la intervención del BCRA en el mercado de futuros.
El dólar mayorista cerró mayo a $1.188, registrando una suba mensual de 1,54%, aunque durante la última jornada del mes llegó a tocar un máximo de $1.200. En la semana acumuló un alza de $54,50, encendiendo alertas en el mercado. Para junio, los analistas estiman que el tipo de cambio oficial no perforará el piso de la banda de flotación (alrededor de $980), pero se moverá cerca del centro, e incluso por momentos, del límite inferior.
La presión alcista se manifestó en el dólar mayorista, minorista (Banco Nación lo cerró a $1.205) y en los dólares financieros, como el MEP y el CCL, pese a la colocación del BONTE 2030 por u$s 1.000 millones y la intervención del BCRA en el mercado de futuros.
Entre los factores que impulsaron la suba se destacan el pago de bonos provinciales, la demanda de divisas por parte de bancos oficiales e importadores, y una liquidación demorada del agro por las lluvias recientes. También influyó el cierre de mes, que suele alentar coberturas cambiarias.
La tasa del BONTE -29,5% anual- no convenció a los inversores, según Andrés Reschini (F2), mientras que Pablo Lazzati (Insider Finance) subrayó la escasez de vendedores como motivo del alza. Para Gustavo Ber, el tipo de cambio se moverá entre $1.100 y $1.200, en una etapa de relativa calma.
Aunque el cobro de aguinaldos puede sumar presión, la liquidación final de la cosecha gruesa y la rebaja de retenciones hasta el 30 de junio aportarán algo de alivio. Federico Glustein y Natalia Motyl coinciden en que el dólar podría tocar picos de $1.220-$1.300, pero luego estabilizarse.