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El artículo describió la gestión de Milei como "un verdadero éxito económico", resaltando su capacidad para mantener la popularidad a pesar de la falta de apoyo en el Congreso.
The Economist realizó un análisis exhaustivo de los primeros 100 días de la presidencia de Javier Milei en Argentina, destacando tanto logros como desafíos. Si bien el medio elogió las medidas económicas implementadas, como el enfoque en el superávit presupuestario y la reducción de impuestos, también señaló preocupaciones como el aumento de la pobreza y la caída del consumo.
El artículo describió la gestión de Milei como "un verdadero éxito económico", resaltando su capacidad para mantener la popularidad a pesar de la falta de apoyo en el Congreso. Sin embargo, advirtió sobre el sufrimiento del pueblo argentino y la posibilidad de que su apoyo disminuya antes de las elecciones de mitad de período.
En cuanto a las medidas económicas, The Economist destacó la obsesión de Javier Milei por lograr un superávit presupuestario, lo que representa un cambio significativo respecto al déficit del año anterior. También mencionó los recortes en el gasto público y la reducción de las tasas de interés como estrategias clave del gobierno.
En el frente externo, el mandatario tiene algunos éxitos para anotar, como la acumulación de reservas y la reducción de la brecha cambiaria.
El medio británico mencionó la "motosierra" y la "licuadora" como herramientas utilizadas por Milei para reducir el gasto estatal y combatir la inflación. Además, valoró la reducción de la brecha cambiaria y el aumento de las reservas del Banco Central como señales positivas para la economía argentina.
Sin embargo, The Economist reconoció los desafíos que enfrenta la gestión de Milei, incluyendo el aumento de la pobreza, la alta inflación y la contracción económica. A pesar de esto, el medio expresó sorpresa por el alto nivel de aceptación social del presidente, atribuyéndolo a su capacidad para culpar a la élite política por los problemas del país.
Finalmente, el artículo mencionó las dudas sobre el plan de dolarización de la economía propuesto por Milei, señalando la incertidumbre entre los inversores y la necesidad de planes más claros para garantizar el éxito económico a largo plazo.
