Según análisis de consultoras privadas sobre la dinámica de la primera quincena de enero, se prevé que el índice de inflación cierre alrededor del 20%, indicando una desaceleración en comparación con el 25,5% de diciembre, el valor mensual más alto desde febrero de 1991 durante la salida de la hiperinflación.

Los aumentos en precios no regulados, especialmente en servicios como prepagas y transporte, han tenido un impacto significativo en las primeras semanas del año.

Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, la desaceleración proyectada es respaldada por la Fundación Libertad y Progreso (LyP), que reportó una suba acumulada del IPC del 10% en las primeras dos semanas de enero.

Eugenio Marí, economista jefe de LyP, destacó que rubros como transporte, comunicaciones y medicina han experimentado aumentos debido a la sinceración de precios que estaban artificialmente atrasados.

Marí sugiere que es probable que se observen variaciones mensuales de dos dígitos en los próximos meses, especialmente en precios regulados como las tarifas de servicios. Sin embargo, diferenció entre la recomposición de precios relativos y una aceleración del proceso inflacionario, indicando que si el Gobierno cumple con el déficit cero, podría iniciar un programa de estabilización para reducir la inflación.

Otros estudios, como el realizado por Ecolatina sobre el Gran Buenos Aires, muestran una variación del IPC del 27% en los primeros quince días de enero, una desaceleración frente al 30,7% registrado en diciembre. Fiel reportó un aumento del 2,9% en el IPC para la segunda semana de enero en la Ciudad de Buenos Aires, con una desaceleración en comparación con el 6,8% de la primera semana. Alimentos y bebidas crecieron un 3,8% en la semana y 25,3% en comparación con la segunda semana del mes anterior, según Fiel. Eco Go proyecta una variación del 21,3% en alimentos y bebidas para enero, mientras que LCG reportó una inflación del 3,7% en la segunda semana del mes, desacelerando en comparación con la semana anterior.