A través de un decreto, el Gobierno suspendió el incremento tributario para atenuar el impacto en los valores al surtidor y su correlato en el resto de la economía
El Gobierno volvió a postergar el aumento de los impuestos a los combustibles hasta el 1° de julio para evitar que se traslade a los precios del surtidor y reducir el impacto que tendría la inflación.
La misma medida se había tomado el 1° de enero, cuando se resolvió suspender también la actualización del impuesto a los combustibles hasta marzo para atenuar un aumento generalizado de los precios.
A través del decreto 168, publicado este viernes en el Boletín Oficial se resolvió prorrogar el incremento de los impuestos a los combustibles que estaba previsto para este sábado 1° de abril.
En los considerandos, se fundamentó que los motivos de la medida se debió al impacto que tendría en los precios al consumidor. “Tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”, señala el Ministerio de Transporte en el decreto.
En ese sentido, se argumenta que la prórroga de la actualización impositiva tiene como objetivo “una estabilización y una adecuada evolución de los precios”.