Este lunes, el Gobierno nacional dio a conocer los datos inflacionarios del primer mes del 2022 con no muy buenas noticias: la inflación llegó al 3,9%, mayor al 3,8% registrado en diciembre del 2021 y se espera que desde nación se tomen medidas al respecto.

Esta información que por ahora manejan desde Casa Rosada podría ser un elemento que condicionaría una nueva suba de tasas de interés del Banco Central, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Además, estos números inflacionarios son seguidos de cerca por el Fondo (FMI), ya que también forma parte de la discusión del el organismo financiero con el que el Gobierno busca cerrar un acuerdo técnico definitivo y la puesta en marcha de un nuevo programa que refinancie el préstamo Stand By de 2018.

Desde el FMI, coinciden con el ministro de Economía, Martín Guzmán, en que la inflación tiene que ver con una serie de causas diversas entre las que se involucran factores fiscales, monetarios, de expectativas y de balanza comercial.

No obstante, algunos allegados de Casa Rosada afirman que existirá una hoja de ruta que actúe como las metas de inflación durante el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, habrá rangos de precios con los que los técnicos puedan hacer las proyecciones para cada año. En el caso de 2022 se discute un arco de entre 40 y 50 por ciento.

Por otra parte, la suba de la tasa de interés del Banco Central -medida que se evalúa ante la inflación presentada- tendrá en consideración a los plazos fijos y a los bonos del Tesoro, según argumentan desde la cartera económica. Esos activos en pesos deberán tener rendimientos positivos frente a la suba de precios para incentivar el ahorro en moneda local.

El Banco Central ya aumentó del 38% al 40% la tasa de interés tras dos años de congelamiento. Además subió la posición de plazo fijo para los ahorristas en orden del 39% anual.