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Mensaje a multinacionales: no habrá cepo al giro de dividendos

El Gobierno restringirá giro de dividendos en divisas al exterior para las empresas internacionales que inviertan en el país en toda la gestión.

Viernes, 18 de Setiembre de 2020
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El Gobierno quiere que el mensaje sobre la garantía de la posibilidad de giro de rentabilidades esté asegurado, quiere que legue a los sectores que, se cree, más cerca pueden estar de potenciar inversiones en el muy corto plazo. En el listado del oficialismo se encuentra, además del petrolero vinculado a Vaca Muerta, planes vinculados a la construcción, minería, litio, la actividad agropecuaria en general. El Gobierno se hace cargo de un deber importante: sabe que no está generando clima de negocios y de perspectivas de confianza sobre los empresarios, y considera que los mensajes hacia el sector privado tiene que cambiar. Y que hay una meta que no debe perderse de vista. Resulta imprescindible que se tome como política de Estado la necesidad de incrementar las exportaciones, pasando del promedio actual de u$s60.000 millones a los u$s90.000 millones hacia el 2025. Sólo así, sabe el Gobierno, podrá generar la suficiente cantidad de divisas como para poder hacer frente a los vencimientos de deudas generados por el flamante cronograma de pago a los acreedores fruto de la reestructuración.

El temor de los privados, era que se aplicaran trabas al acceso de divisas al precio de cotización oficial, el capítulo que más temor genera a los capitales extranjeros. Era una medida que se aplicó en los últimos años de gestión de Cristina Fernández de Kirchner, en paralelo al cepo para el acceso de dólares para ahorro de los particulares. La medida, nunca blanqueada oficialmente y sólo reconocida una vez terminada la última gestión kirchnerista, comenzó a gestarse el 31 de octubre de 2011; luego del triunfo que llevó a la actual vicepresidenta a una nueva gestión, y ante lo que se sospechaba era un intento de desestabilización cambiaria para presionar una devaluación del peso. Las restricciones para las empresas comenzaron el 9 de febrero de 2012, cuando las compañías más demandantes de divisas para importar y girar dividendos, recibieron una comunicación formal del Banco Central anunciando que debían pedir autorización cada vez que necesitaran de divisas. Con el paso de los días y las semanas, las compañías de capital extranjeros fueron entendiendo de que se trataba la maniobra. Con sus más o sus menos, para el comercio exterior los dólares aparecerían, especialmente si se trataban de pedidos de compra de insumos. Sin embargo, para el giro de dividendos al exterior, las autorizaciones nunca se habilitaban. La restricción permaneció sin reglamentar pero firme en su aplicación, hasta el segundo semestre del 2015. Recién ante las elecciones presidenciales que llevaron a Mauricio Macri al poder, las limitaciones se fueron flexibilizando. La normalidad llegaría recién en el primer trimestre del 2016. En el medio, muchas empresas decidieron utilizar sus pesos acorralados en el país para aumentar sus activos físicos en territorio local.