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Economía INDEC

¿Por qué bajó la inflación en abril?

Este jueves, el INDEC comunicó que la inflación de abril se desaceleró al 1,5%, su nivel más bajo desde diciembre de 2017. Sin embargo, las dificultades que trajo la pandemia para realizar el relevamiento generó distorsiones en la medición en comparación con las anteriores.

Jueves, 14 de Mayo de 2020
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Tales son los casos de productos electrónicos, electrodomésticos, textiles y artículos del hogar. A modo de ejemplo, en el rubro Prendas de vestir y calzado, que prácticamente no tuvo actividad en abril, se observó un incremento de apenas un 1,5%, a la vez que en Equipamiento y mantenimiento del hogar la variación exhibida fue todavía menor, del 1,2%.

"Si hubieras tenido más aperturas de comercios, los precios habrían estado bastante por arriba. Hay muchos ajustes, los locales están recibiendo productos con 30-40% de remarque", explicó Giarrizo.

Similar fue la mirada de Matías Rajnerman, economista de Ecolatina, quien afirmó que “si bien INDEC tiene una metodología para estimar los precios que faltan, esta no es exacta”. “Es probable que a la salida de la cuarentena haya saltos indiscretos”, agregó.

Por su parte, Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, aseguró que era esperable que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) baje por diferentes factores vinculados tanto a las dificultades que trajo la pandemia como a la ponderación de los precios regulados por el Gobierno.

La mitad del IPC no funcionó en abril porque no tenían oferta ni demanda por el aislamiento mientras que, de la otra mitad, tenías una buena parte congelada y otra parte que sigue de cerca al dólar oficial, que lo viene manejando el Banco Central”, explicó.

Adicionalmente, Caamaño citó el caso de las expensas, que en abril jugaron un rol deflacionario pero "no porque bajaron los precios sino porque hubo un montón de servicios que no se prestaron".

En efecto, el rubro Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles reflejó una nulo aumento de precios respecto a marzo.

Respecto al impacto real de la caída en la actividad, Rajnerman sostuvo que “si bien en Argentina la correlación entre inflación y actividad no tiene mucha lógica, hoy en día no se convalida una suba; al no haber grandes aumentos por el lado de los costos, no se pueden aumentar los precios".

La mayoría de los especialistas mantiene la cautela a la hora de hablar de una desaceleración de precios ya que la situación actual es anómala.

"Lo que hay que mirar son los bienes que tuvieron consumo, como alimentos y bebidas, donde el aumento es considerable. Y no es que no quiera buscarle la parte negativa, pero es importante un análisis completo para saber que tenemos presiones inflacionarias latentes que hay que atender", sentenció Giarrizo.

Fuente: Ambito Financiero