Este gas se genera cuando combustibles como gas, leña, carbón o querosén se queman de forma incompleta. Estufas, calefones y braseros mal instalados o sin mantenimiento son fuentes habituales en los hogares.
El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente tóxico, incoloro e inodoro, lo que lo convierte en una amenaza silenciosa dentro del hogar. Su inhalación puede provocar intoxicaciones severas en pocos minutos, sin que la persona lo advierta.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, desde que comenzó el 2024 ya se registraron alrededor de 500 casos de intoxicación. En 2023, se estimaron 40.000 casos anuales, con 200 muertes y más de 4.000 personas afectadas en todo el país.
Este gas se genera cuando combustibles como gas, leña, carbón o querosén se queman de forma incompleta. Estufas, calefones y braseros mal instalados o sin mantenimiento son fuentes habituales en los hogares.
"El monóxido reemplaza al oxígeno en la sangre y puede dañar el corazón y el cerebro", advierte Valeria El Haj, directora médica de Ospedyc. Los primeros síntomas incluyen dolor de cabeza, náuseas, mareos y confusión. Una exposición prolongada puede causar pérdida de conciencia e incluso la muerte.