Sergio Alfieri, médico personal del papa Francisco, relató por primera vez cómo fueron los últimos instantes del Sumo Pontífice, quien falleció el lunes por la mañana tras sufrir un derrame cerebral. En diálogo con medios italianos, Alfieri indicó que al llegar a la habitación del Papa en el Vaticano, lo encontró "con los ojos abiertos, pero sin respuesta".

"Noté que no tenía problemas respiratorios, intenté llamarlo, pero no respondió. Tampoco reaccionó a estímulos dolorosos. En ese momento comprendí que no había nada más que hacer. Estaba en coma", expresó.

Alfieri descartó un posible traslado al Hospital Gemelli, donde el Pontífice estuvo internado 38 días por problemas respiratorios, y aseguró que respetaron su voluntad de "morir en casa". Según explicó, el riesgo de que falleciera durante el traslado era alto, y su hospitalización no habría tenido sentido.

"El Papa siempre decía que quería morir en casa. Massimiliano Strappetti, su asistente personal, también lo sabía", agregó el médico.

Francisco falleció a las 7:30 horas. "Fue uno de esos infartos cerebrales fulminantes que se llevan en una hora. Tal vez se formó un émbolo que bloqueó una arteria del cerebro, o se trató de una hemorragia", explicó Alfieri, quien subrayó que este tipo de eventos son frecuentes en personas mayores con poca movilidad.

Finalmente, reveló que el cardenal Pietro Parolin rezó el rosario junto al cuerpo del Papa y que él mismo lo despidió "con una caricia".