El Gobierno formalizó la declaración de Aerolíneas Argentinas como empresa sujeta a privatización a través del Decreto 873/2024, publicado este miércoles en el Boletín Oficial. La medida responde a la evaluación de que, tras 16 años de su reestatización, la compañía no logró cumplir con los objetivos propuestos.

Según el Ejecutivo, la privatización busca que la empresa opere bajo criterios de eficiencia comercial y genere competencia en el mercado, lo que permitiría mejorar el servicio y reducir el déficit que afecta las finanzas públicas.

El decreto se alinea con las políticas de apertura económica del Gobierno de Javier Milei, y establece que la privatización no comprometerá la soberanía nacional. Asimismo, se destaca que el funcionamiento bajo condiciones de mercado optimizará la conectividad aérea, considerada clave para el desarrollo económico del país.

La decisión del Gobierno llega en medio de un conflicto con los trabajadores de Aerolíneas, quienes han llevado a cabo medidas de fuerza en las últimas semanas. El documento oficial critica los beneficios que los empleados de la empresa perciben, como pasajes gratuitos, suplementos en dólares y descuentos para personal jubilado, acusando a estos privilegios de agravar la situación financiera de la compañía.

Mientras tanto, se espera que el Congreso trate el proyecto de privatización, ya que necesita ser refrendado para avanzar. En caso de que no se apruebe antes de fin de año, el Gobierno ha advertido que transferirá la empresa a los empleados o procederá a su liquidación. La situación se agrava debido a la renuncia del Gerente de Operaciones de Aerolíneas, cargo clave para el funcionamiento de la compañía, y la fecha límite para su reemplazo vence el 16 de octubre.